tag:blogger.com,1999:blog-72387469121460965872024-03-12T21:10:30.752-07:00seriefiliaFrancisco Carballalhttp://www.blogger.com/profile/13577676046741367689noreply@blogger.comBlogger19125tag:blogger.com,1999:blog-7238746912146096587.post-9058555861821079332010-06-21T15:07:00.000-07:002015-08-24T11:42:42.375-07:00Liberados del tiempo y el espacio<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7r5T_l5e1miq1cPdSSjQ9znXvCHIuc025fQQhhTx8BHBNS_c5X4IHAZ6WPDpBEtM6UbJ2O6Bf8PgpYCKCdG1WwxJBX_k5EgPmT1_26vUvBpxROU-W37RQaUMCb70hewJ12CBymFJYjA0/s1600/lost-statue.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5485352787753560338" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7r5T_l5e1miq1cPdSSjQ9znXvCHIuc025fQQhhTx8BHBNS_c5X4IHAZ6WPDpBEtM6UbJ2O6Bf8PgpYCKCdG1WwxJBX_k5EgPmT1_26vUvBpxROU-W37RQaUMCb70hewJ12CBymFJYjA0/s320/lost-statue.jpg" style="cursor: pointer; display: block; height: 245px; margin: 0px auto 10px; text-align: center; width: 320px;" /></a> <span style="font-size: 85%;"><span style="font-style: italic;">La estatua era una figura egipcia. Hala. No pregunteis más.</span></span><br />
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Casi cualquier ficción seriada que se precie incluye, al menos, un juego temporal. Desde I<span style="font-style: italic;"> love Lucy</span>, que ya empleó el flashback en un capítulo de su cuarta temporada, pasando por <span style="font-style: italic;">Maverick </span>-que nos ofrecía un flashforward en cada introducción- (como hacen a menudo B<span style="font-style: italic;">reaking Bad, Cuenta Atrás, Alias</span>) o el eterno flashback de <span style="font-style: italic;">Aquellos Maravillosos Años </span>(presente hoy en series como <span style="font-style: italic;">Como conocí a vuestra madre</span> o <span style="font-style: italic;">Cuéntame</span>) hasta llegar a la explosión actual: C<span style="font-style: italic;">old Case, 24, Lost, How i met your mother, Damages,</span> y un larguísimo etcétera de producciones cuyas franquicias están enteramente centradas en su forma de emplear el tiempo.<br />
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A veces, el tiempo nace de la muerte. El conocido Jon Gillis -el mítico guionista que flotaba en una piscina en <span style="font-style: italic;">El crepúsculo de los dioses</span>- parece una inspiración probable para la difunta voz narradora de Mujeres Desesperadas (que tuvo su eco en España en la fracasada <span style="font-style: italic;">Gominolas</span>). Y esta relación es estrecha.</div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEioscJZ9PPUbEP-J36_-KgHmsX-X4NDih4ojY6blbNtOg3JzREz4ISIjiv7rD7DBfmZmULmo6cuTe_fSA86MkMk0Vnt3UGhySrGR-XZlAh3YAK6iRPM9yMciK1eJaBKgPtl096Aqo5x77g/s1600/lost_fanart45.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5485353194154254722" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEioscJZ9PPUbEP-J36_-KgHmsX-X4NDih4ojY6blbNtOg3JzREz4ISIjiv7rD7DBfmZmULmo6cuTe_fSA86MkMk0Vnt3UGhySrGR-XZlAh3YAK6iRPM9yMciK1eJaBKgPtl096Aqo5x77g/s320/lost_fanart45.jpg" style="cursor: pointer; display: block; height: 226px; margin: 0px auto 10px; text-align: center; width: 320px;" /></a> <span style="font-size: 85%;"><span style="font-style: italic;">¿Qué tenía el hermano de Jacob con Ecko?</span><span style="font-style: italic;"> ¿Pelea de black guys?</span></span><br />
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<span style="font-weight: bold;">Esclavizados por el tiempo y el espacio</span><br />
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<span style="font-style: italic;">Lost</span> padece las dos observaciones de Allan, y casi se revelan proféticas si atendemos a su conclusión.Durante el transcurso de la serie la estructura se fue complicando: los flashbacks externos pasaron, en ocasiones, a ser internos para explicar omisiones forzadas de momentos de la isla (Capítulos 2x07, “Los otros 48 días”; 2x15, “Maternity Leave”; 2x20, “Two for the road”), así como capítulos que mezclaban flashbacks y viajes en el tiempo (3x07, “Flashback before your eyes”). Durante la tercera temporada, la serie echó mano de historias totalmente insustanciales para el relato (Capítulo 3x10 “Not in Portland”), que llevaron a los productores a sentarse con la cadena ABC y firmar la conclusión de la serie prevista para los próximos tres años. En la tercera temporada, un “huevo de pascua” (en concreto una escena que, escuchada a la inversa, descubría una pista de los creadores) anunciaba que “sólo los idiotas son esclavizados por el tiempo y el espacio”, advirtiendo de alguna manera a su audiencia lo que les iba a ocurrir en las próximas temporadas si seguían viendo la serie: flashforwards mixtos (pues engarzaban al final de la 4º temporada con los acontecimientos narrados en su transcurso), viajes en el tiempo reales de los propios personajes y, finalmente, lo que ha venido a denominarse “flash-sideways” (y que quién sabe si no será un término que pase a la historia de la narratología de aquí en adelante), que narran la historia alternativa de los personajes si estos no se hubieran estrellado en la isla. O no.<br />
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Lo que sí es cierto es que <span style="font-style: italic;">Lost</span> ha desarrollado uno de las tendencias que Allan señala en su artículo respecto a las ficciones que emplean isocronías y acaban versando sobre el tiempo: “La responsabilidad de los personajes de estas modular narratives no es tanto la imposibilidad de generar cambios [en la diégesis] como de llegar a un acuerdo con sus destinos”. En efecto, haber concedido protagonismo a una secuencia de números, la premisa -establecida desde el piloto- del bien y el mal (y la metáfora del backgammon), la teoría de los seis grados, las menciones al electromagnetismo e incluso la habilidad de uno de los personajes para ver el futuro no parecieron ser influencias tan fuertes en el devenir de la serie como el hecho de tener que justificar la curiosidad de un narrador especialmente puntilloso a la hora de narrar las historias cruzadas entre los protagonistas de la mitología y la cada vez más tentadora relación de todo lo ocurrido con la predeterminación de acabar en la isla; es decir, la tentación narrativa de ordenar el caos. Citando a Allan, de nuevo, “estos relatos que versan sobre la absoluta contingencia y la ambigüedad de las conexiones interpersonales abre la veda a las relaciones humanas (…) y no hace sino ordenar emocionalmente, interpretar esa contingencia”. En efecto, el creador subraya y organiza los retazos temporales a los que accedemos para dotarlos de sentido, haciendo que de el caos de la propia historia se cree un sentido de orden.<br />
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<span style="font-weight: bold;">Muerte y significado</span><br />
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Y en este orden vuelve la muerte. No me importa que Jack muera sacrificándose como un líder mesiánico, aunque haya muerto por una de las razones más estúpidas e improvisadas que podían ingeniar los guionistas (tapar bien el corcho de la isla). Realmente, se siente como una conclusión.<br />
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En la serie, a partir de cierto momento -concretamente, el flashback de Shannon, en el capítulo 2x07, Abandoned-, los personajes principales acostumbraron a morir una vez que la serie nos ofrecía su último relato (como comprobamos con Ana Lucía, Eko, Daniel Faraday... o, claro, Adán y Eva). Esto llega a su extremo en el final. Si los protagonistas -y los espectadores- vivieron al principio la sugerencia de una conexión predestinada entre sus historias, finalmente nos enfrentamos a una afirmación explícita, zambullida en el misticismo más absoluto, en la afirmación de uno o varios dioses que pretenden dotar de sentido al relato. Jack y compañía, junto a nosotros, pasaron de estar esclavizados por la propuesta formal de la serie -de flashbacks y flashforwards - a moverse directamente en el tiempo. En este desenlace se nos propone que todos nos liberemos de esas ataduras. "Move on, Let it go".</div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg3Z7D3dplvo0A_TIIjTi_8VUQ_irwz_l-918H9O8Q17-HnkjKOTZYLPFtv47Pk4rHgg8wy70pHQuY4_KUihc7BxpLNPwMuB-7jmgp-lLtHRQKKPYWwrSoKBBbCtj-5ZCMilborfBGrjwA/s1600/lost+final.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5485353348846252066" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg3Z7D3dplvo0A_TIIjTi_8VUQ_irwz_l-918H9O8Q17-HnkjKOTZYLPFtv47Pk4rHgg8wy70pHQuY4_KUihc7BxpLNPwMuB-7jmgp-lLtHRQKKPYWwrSoKBBbCtj-5ZCMilborfBGrjwA/s320/lost+final.jpg" style="cursor: pointer; display: block; height: 198px; margin: 0px auto 10px; text-align: center; width: 320px;" /></a> <span style="font-style: italic;"> </span><span style="font-size: 85%;"><span style="font-style: italic;">Ey, Jack, ¿por qué tú has traído a tu padre? ¿Los nuestros no pueden venir?</span></span><br />
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Me temo que, precisamente por eso, el final de <span style="font-style: italic;">Lost</span> es una traición a todos los niveles, porque nos entrega el final de una fábula cuando nosotros seguíamos una historia con tintes de ciencia ficción. Los productores aseguraron -y , por eso, los fans perdonamos- que el salto directo a la ciencia ficción que se produjo en la 5ª temporada era un cambio de rumbo necesario para explicar la trama. Pero ni el drama estuvo bien resuelto (¿quién era Locke? ¿Por qué era especial?), ni la ciencia ficción sirvió para nada (la rueda se hizo para mover agua y luz... ¿cómo? ¿por qué?;) y lo único que importó en último término fue esa realidad mística creada a última hora y sin demasiado sentido, ese purgatorio que confundió y restó emoción a la verdadera historia durante toda la temporada para finalmente revelarse como la más perezosa, reaccionaria y moralizante versión de un final que todos habíamos soñado distinto. Y, seguramente, mejor. No en vano, Lost ha tenido los guionistas más inteligentes de la Historia: sus espectadores. Que al final tuvieron que comerse con patatas el plato frío que Cuse y Lindelof les devolvían: un desenlace mil veces descartado, simplemente rebozado y reubicado en el menú.<br />
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Como el resto de ficciones de la Tercera Edad Dorada de la TV (ya más que dejada atrás) Lost ha tenido problemas para estar a la altura de su inicio, de su propia grandeza. El pacto de los guionistas de una "conclusión satisfactoria" en la 3ª temporada fue una farsa; la promesa de respuestas fue una farsa; las pocas pero explícitas respuestas fueron también una farsa y este final azucarado en el que se dice al espectador que nada importa salvo Dios es una traición a su historia, a los ángulos desde los cuales los propios guionistas enfocaron las tramas y, sobretodo, a sus personajes.<br />
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Hay mucha tela que cortar, demasiado que decir, y según se asimila que ha terminado, más aspectos invita la serie a explorar (formales, narrativos, temáticos, dramáticos, globales).<br />
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En cualquier caso, sin llegar a los extremos de <span style="font-style: italic;">Twin Peaks... Lost </span>será siempre una de las mejores epopeyas televisivas de la Historia. Lástima que al final le faltara inteligencia para resolver su propio puzzle.</div>
Francisco Carballalhttp://www.blogger.com/profile/13577676046741367689noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7238746912146096587.post-31795426710150662732010-05-08T13:38:00.000-07:002010-07-23T09:23:16.469-07:00Doctor Who: dont blink!<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEid1AOIGComuwds5c4-3YrbFcJtj-Pgzs8DXhS8exjpTuiIu7Dzii7lqM-epotnjWl-zDvQMNAlRIv9VAEDBGqWyJwP_ARF9ypzKVEa-Wmwtb1eHgaCbw_k7HT3gfMqErTjxVn4C0au7bE/s1600/doctor+who.jpg"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 240px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEid1AOIGComuwds5c4-3YrbFcJtj-Pgzs8DXhS8exjpTuiIu7Dzii7lqM-epotnjWl-zDvQMNAlRIv9VAEDBGqWyJwP_ARF9ypzKVEa-Wmwtb1eHgaCbw_k7HT3gfMqErTjxVn4C0au7bE/s320/doctor+who.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5469013053417647954" border="0" /></a><br /><div style="text-align: justify;">Voy a ser breve. Ver Doctor Who tiene mucho de suplicio, en un principio, para un neófito que no esté especialmente bregado en la ciencia ficción familiar en televisión. Y levanto la mano. Tampoco ayudan la modestia de los efectos digitales ni la indolencia inglesia hacia el negrísimo humor de la fantasía infantil.<br /><br />Dicho esto, y "esto" es un brevísimo párrafo de advertencia respecto a mi primer contacto con Doctor Who (pongamos... ¿4 o 5 episodios?) me veo en la obligación de asegurar que es una serie magnífica, que ha sabido renacer de qué-sé-yo que insana longevidad de capítulos precedentes (la serie del 1963 tiene... ¡26 temporadas!), y que Russel T. Davies tiene el mérito infinito de este <span style="font-style: italic;">reset</span>, que ha reimaginado una mitología épica, conmovedora, a ratos brillante, mágica y -no sé exactamente por qué voy a usar esta palabra- acogedora.<br /><br />Es cierto. Esta serie habla de un alienígena/deidad (con cuerpo y alma de hombre) que puede viajar en el tiempo, pero no cambiarlo. En cada aventura (ya sea la Inglaterra de Churchill o el año 28.000.000 en el mismísimo fin del mundo) el Doctor se ve envuelto en una épica ingeniosa, llena de personajes inspirados y tramas delirantemente divertidas que, según progresa la serie, van adquieriendo un tono lúgubre, un poso denso mezcla de nostalgia, horror y melancolía. Porque Doctor Who no es jamás una constante. Fuertemente episódica, y pese a todo, con un dosificadísimo sentido de la autorreferencia, el Doctor se ha tenido que adaptar a las vicisitudes (no diegéticas, claro) de producción de la serie. Esto provocó que el genial Chistopher Ecleccson fuese sustituido por el aún más sublime David Tennant -cuya interpretación es ya Historia de la TV- . Y en la actualidad experimentamos como éste actor ha pasado el testigo a un tal Matt Smith -todavía raro, muy raro-.<br /><br />Da igual, porque el mayor descubrimiento de un servidor respecto a Doctor Who ha sido el hombre que a partir de esta 5ª temporada, con el cambio de Doctor, se hace cargo de la serie: Stephen Moffat, del cual me declaro seguidor absoluto y el verdadero culpable de que me haya enamorado de una serie tan sumamente bizarra. Cada historia escrita por Moffat es poesía en televisión, es ciencia ficción ingeniosa, dominio del tempo y perverso sentido de la fantasía.<br /><br />Para mí, hay que ESTUDIAR estos capítulos, sin importar nada más:<br /><br />- 1x06 - Dalek (o cómo sembrar terror y suspense con un modelo robótico más cutre que el que acompaña a Joey en su serie policíaca)<br />- 1x09 - The Empty Child (o cómo el terror de los niños es el legado más oscuro de una guerra)<br />- 2x04 - The Girl in the Fireplace (o cómo hacer un relato terrorífico, cómico e histórico en una hora, saboreando las leyes de la ciencia ficción)<br />- 2x10 - Love & Monsters (o cómo torcer un relato desde una mirada advenediza para redescubrir lo potencialmente compleja y sólida que es una mitología ya establecida)<br />- 3x08 - Human Nature/Family of Blood (o cómo trazar la osadía de creerse inmortal)<br />- 4x08-09 - Silence at the Library/Forest of the dead (o cómo crear una fábula sobre la muerte de todas las cosas)<br />- 4x10 - Midnight (o cómo Russel T.Davies creó satisfactoriamente, por fin, el mayor universo de terror...en el vagón de un tren)<br />- 4x LOS ÚLTIMOS - Todos, desde Journey´s End hasta The Water from Mars, es importantísimo ver como Tennant explora hasta sus últimas consecuencias la autodestrucción moral de un dios deshumanizado.<br /><br />Y...<br /><br />5x01 - The Eleventh Hour -> La era Stephen Moffat ha llegado. Por fin la batuta es del mejor compositor. No ha sido un comienzo espectacular, pero desde luego que ha marcado una distancia infinita con lo hecho por Davies.<br /><br />Hay que ver Doctor Who, aunque su calidad emerja lenta y dolorosamente, maquillada entre la tosquedad de sus primeros capítulos.<br /><br /><br />PD: Falta un capítulo por mencionar. El más importante. Pero no voy a hablar de él. Si lo hago, merece una entrada entera para él solito y ya es más que suficiente la referencia en el titular y la posdata (sí, qué le den a mi licenciatura en Periodismo).</div>Francisco Carballalhttp://www.blogger.com/profile/13577676046741367689noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7238746912146096587.post-71279152563896809292010-03-22T13:16:00.000-07:002010-03-26T15:54:37.718-07:00Dollhouse: un diamante en bruto<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgL7K35SJ8K4JCvVg9f0aUiR1SlZKKgEUMejyJb4vMu72-0GtX7YOM_Germja-0WQ9GbjuscQ6M-lK2IyUj7b7YPf2uVB6Yi8ImigZHj_Rsqw0nxGvJxgPevrHMmc2gkzKYdX7q1r1M3IM/s1600-h/dollhouse.jpg"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 161px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgL7K35SJ8K4JCvVg9f0aUiR1SlZKKgEUMejyJb4vMu72-0GtX7YOM_Germja-0WQ9GbjuscQ6M-lK2IyUj7b7YPf2uVB6Yi8ImigZHj_Rsqw0nxGvJxgPevrHMmc2gkzKYdX7q1r1M3IM/s320/dollhouse.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5451784028700979970" border="0" /></a><br />Se acabó. Una de las series más bizarras de la historia de las <span style="font-style: italic;">network</span> ha concluido para siempre, y me atrevo a aventurar que no habrá ni telefilms al respecto ni spin-offs ni mucho ruido. Quizá cómics. <span style="font-weight: bold;">Esta serie ha durado solo dos temporadas de 13 capítulos</span> (y no 12, porque, digan lo que digan, "Epitaph One" -que cerraba la primera temporada- no es ya "un capítulo perdido", sino pieza indispensable del esqueleto de Dollhouse).<br /><br /><div style="text-align: justify;"><br /><span style="font-weight: bold;">Crónica de una cancelación anunciada</span><br />Ha sido un viaje emocionante y totalmente inesperado. Del tortuoso y deleznable arranque a la precipitación narrativa en dos tiempos: desde que la serie pudo ser cancelada (final de la primera temporada) hasta que lo fue (casi toda la segunda temporada). Dollhouse es una de las historias mas curiosas e inclasificables de la televisión, el producto amorfo y sin aristas que ha dado la guerra entre una mente innovadora, sutil, paciente; y una cadena conservadora, tosca, impaciente.<span style="font-weight: bold;"> Una obra de artesano con vocación comercial. Una obra comercial con las torpezas del artesano. Los dos bandos han fallado:</span> FOX apostó por ella hasta el final pero truncó sus comienzos con consideraciones absurdas. Pero Whedon tuvo amplia libertad creativa y no supo encontrar la forma de hacer la historia sólida, emotiva e interesante. Es una lástima que el microcosmos fan que ha sobrevivido a los muchos defectos de <span style="font-style: italic;">Dollhouse</span> haya encontrado en su tramo final una serie que podría haber hecho Historia.<br /><br /><br /><span style="font-weight: bold;">Defectos brillantes</span><br />Si tuviera que apostar por el defecto más gordo: la<span style="font-weight: bold;"> falta de empatía con los personajes</span>. Se dice por la blogosfera que fueron las obligaciones impuestas por la cadena, el querer hacer capítulos autoconclusivos, las que espantaron a la audienca. Desde luego, Whedon se mueve mejor en lo serial. Pero he visto productos que comenzaron medianamente autoconclusivas cuando su encanto era seriado (<span style="font-style: italic;">Alias</span>, de la que <span style="font-style: italic;">Dollhouse</span> tomó algún que otro elemento) y aguantaban mucho mejor el tipo en sus inicios. No. En Dollhouse se partió de una premisa distópica, cruda, que no encajaba en ese ambiente pseudopop. Los personajes, coherentes con la premisa, se diluían en tramas que pretendían impactar al espectador. Y esto generó una contradicción: <span style="font-weight: bold;">en un mundo donde los personajes principales -los activos- no tienen personalidad y los secundarios -de moral cuestionable al participar de esto- </span><span style="font-style: italic; font-weight: bold;">podrían ser</span><span style="font-weight: bold;"> activos... no hay espacio para la empatía. </span>Y no hablo de identificación, sino de empatía, de interés por esos personajes, de certezas que nos permiten establecer un discurso propio frente a ellos. La serie jugó demasiadas veces la carta sorpresa de "...¡era un activo, su personalidad era de broma!". Y eso, en el mundo de certidumbres que exige el espectador de a pie, es un suicidio narrativo, más que una revelación emocionante.<br /><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgtY9tV4UMrGmpzmX7S_eo_6hBHPbRy7vWKW2oWFo9ZFmcNUWtovOwNmjcBW6bfTgr8n3g5z6gu2HtYP31YjjqT1Trqz7yFHN5pZ2CHwLcByUC50GBTZUYVonwgJHFX5qGw7AVgnupt5HA/s1600-h/epitaph+two.jpg"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 214px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgtY9tV4UMrGmpzmX7S_eo_6hBHPbRy7vWKW2oWFo9ZFmcNUWtovOwNmjcBW6bfTgr8n3g5z6gu2HtYP31YjjqT1Trqz7yFHN5pZ2CHwLcByUC50GBTZUYVonwgJHFX5qGw7AVgnupt5HA/s320/epitaph+two.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5451802415889676466" border="0" /></a><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjq-C60taxWLPuLsRFDP7cvHJ-j5gkYvGRpGrJX27TGh6b6p41sS-bwxDE3gnH6THWPgXy0s9wGs-o-kXGItSj1JBi3TgDV7pNT0U7Q_88iYxh2YjLVzKfa7wEBJhkJROVbxBVofOo1CJg/s1600-h/epitaph.jpg"><br /></a>Al final de los primeros capítulos; a lo largo de muchos de la segunda, al término de la primera temporada e incluso en el propio final de la serie, nos hallamos repetidamente ante la "sorpresa" de que un personaje relevante resulta ser un doll, un muñeco, una cáscara. Sólo <span style="font-weight: bold;">cuando hemos entrado en la trama y empezamos a hacer pie descubrimos lo sugerente que es ese planteamiento, </span>lo bien que hubiera servido a una serie de cable con una ambición acorde a lo que proponían aquí Whedon y cía. ¿Un hombre con un daño cerebral irreparable al que le insertan un <span style="font-style: italic;">backup</span> desactualizado de si mismo, es el mismo hombre? ¿Y si ese hombre hubiese rechazado sistemáticamente ese tipo de medidas? Whedon es un maestro del conflcto interno en la ciencia ficción. Maestro de plantearnos dudas angustiosas sobre realidades que aún no conocemos y que tienen que ver con el hombre, con su autonomía y sus principios.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">Casi todos los "fallos" de <span style="font-style: italic;">Dollhouse</span> han terminado por reconvertirse en genialidades cuando la serie se ha visto forzada a concluir</span>. Sin embargo, muchas tramas se han precipitado hacia la conclusión-bomba, con revelaciones de personajes totalmente anticlimáticas. El villano que se descubre en la trama final ha sido encajado cuidadosamente con vaselina para que no chirriase. Pero chirría, por no hablar de que se trataba de uno de los personaje que, con toda su ambigüedad, era un terreno seguro Y, por su fuera poco, finalmente se nos revela -¿¡sorpresa!?- que es otro maldito doll. Y ya para rematar: en su estado inofensivo y cándido (los "activos" en la serie, cuando no están en acción, viven en una especie de limbo mental), los protagonistas deciden castigarle convirtiéndole en un bebé-bomba que vuela "la cueva de los malos". <span style="font-weight: bold;">Si a los responsables de la serie no se les ha ido la olla a Júpiter con este final, que baje dios y lo vea. </span><br /><br /><br /><span style="font-weight: bold;">Epitafios de ingenio y muerte</span><br />Recientemente se anunciaba en la prensa norteamericana un capítulo de LOST que todos deberíamos tener marcado en el calendario: "Across the sea". Y nos daban una pista: "¿has visto alguna vez un capítulo de una serie sin ninguna de sus estrellas principales?". ¿Sugerente, no? Bien, yo sí he visto esa serie. Es Dollhouse, que sorprendió a propios y extraños con un capítulo que condensaba en 40 minutos a donde nos llevaría la mitología de la serie, centrada en un grupo de desconocidos y con apenas brevísimos cortes para hablarnos de los protagonistas oficiales. Se llamaba "Epitaph One" y era un capítulo no-oficial magnífico, donde<span style="font-weight: bold;"> Whedon se cargaba a la humanidad por no haber respondido en audiencia este proyecto</span>. De verdad que lo creo... No por casualidad, en el capítulo de la segunda temporada "Crazy little thing called loved", el alterego de Whedon -el villano Alpha, la esperanza rota de la serie- trata de cargarse aquello que jodió <span style="font-style: italic;">Dollhouse</span> por culpa de la FOX: los primeros casos de la serie, encarnados en ese novio insulso de trama estúpida y moto guay al que en este capítulo hacen volar por los aires. <span style="font-weight: bold;">Eso si que es justicia poética.</span><br /><br /><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhJ1qoDrhG-oOJvKuZbonYoDKC_6Tkc9rRqmnHTBybzzBPBT3__MsPL1QX1y9PV-mKM4HoDjlUg2yvmH9__aCZWc404lG58IVoBFoiWr4JBsIymNYOzDqt3LmJLdeu2ijvPm0auQW6XPc8/s1600-h/whedon.jpg"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 240px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhJ1qoDrhG-oOJvKuZbonYoDKC_6Tkc9rRqmnHTBybzzBPBT3__MsPL1QX1y9PV-mKM4HoDjlUg2yvmH9__aCZWc404lG58IVoBFoiWr4JBsIymNYOzDqt3LmJLdeu2ijvPm0auQW6XPc8/s320/whedon.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5451803185231917842" border="0" /></a> <span style="font-style: italic;">Eliza Dushku, Tahmoh Penikett (vaya nombrecitos) y, en el centro, el genio.</span><br /></div><br />Pues bien, "Epitaph Two" ha sido una magnífica conclusión. Pocos autores en televisión pueden permitirse semejante flasforward (por muy de moda que estén) y resolver la trama con los personajes en unas coordenadas emocionales que el espectador apenas conoce. Como ya ocurría con <span style="font-style: italic;">Buffy</span>, los personajes están enfrentados a una guerra en la que no pueden ganar, pero ganan. En la lucha se pierden vidas. Y cuanto mas rápidas, desenfocadas e infrasubrayadas estén estas muertes, mejor. <span style="font-weight: bold;">Así le gusta </span><span style="font-weight: bold;">a Whedon despedirse de los personajes en los desenlaces: sin artificios, como si fuera una guerra real y no hubiera tiempo de contemplar el cadaver del amigo que te ha acompañado tantas horas. Puede discutirse si es una falta de respeto al espectador y al tono.</span> Personalmente, es lo que pensé cuando murió Tanya en <span style="font-style: italic;">Buffy, Cazavampiros</span>. Whedon había advertido que habría una muerte rápida, violenta, sin sentido, como en la vida real. Pero la ficción y la realidad tienen códigos distintos, y como autor uno contrae ciertas responsabilidades con el relato que a Whedon le gusta traicionar.<br /><br />En efecto, como sueña todo aquel que ha escrito algo hasta el punto en que los personajes tienen vida, coqueteamos con la idea de sumirlos en la tragedia, torturarlos de formas crueles y retorcidas, matarlos sin rubor... porque somos sus dioses. <span style="font-weight: bold;">Whedon, que es un genio (y un ególatra) es un sádico emocional en este sentido.</span> A pesar de que su fuerte es trufar de orginal comedia momentos puramente situaciones, se recrea dando un final lo más negro posible a sus historias. Sin excepción: <span style="font-style: italic;">Buffy, Angel </span>y hasta <span style="font-style: italic;">Doctor Horrible,</span> (¡que es una comedia musical de 40 minutos!) tienen finales muy oscuros, plagados de muerte. También <span style="font-style: italic;">Firefly</span>, aunque en menor medida. <span style="font-weight: bold;">Es su marca, y le debo todas las emociones contradictorias y viscerales que nos han dado sus obras.</span> Pero las cosas como son: a veces traiciona el espíritu de lo que ha ofrecido, tiñendo de crueldad lo que, de no tratarse de la recta final de su historia, podría resolverse con alivios cómicos.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">Otra manía</span>: el capítulo S02E10 "The Attic" es un autohomenaje/reflejo/autoplagio del capítulo de <span style="font-style: italic;">Buffy</span> S04E22 "Restless", donde lo inquietante no es que los personajes exploren sus miedos a través de pesadillas (se ha dado en más series, como Smallville) sino que, de nuevo en una serie del whedonverso, estas pesadillas estén recorridas por un monstruo antropomórfico de raza afroamericana. ¿Por dios, qué sueña Whedon?<br /><br /><span style="font-weight: bold;">Whedon in the air</span><br />Puede concluirse que la serie, que comenzó muy mediocre, merece mucho la pena. Desgraciadamente, los primeros capítulos son necesarios para ir sembrando el cariño hacia sus complejísimos personajes. La aventura termina en los "Epitaph One" y "Two", que bien podrían ser un telefilme de cierre argumental.<br /><br />En cierto modo ha sido como una ruptura de la suspensión de credibilidad. Al comparar la premisa con lo que es -tan súbitamente- el desenlace, da la sensación de vivir en mundos distintos. Y es casi un juego metanarrativo, donde te descubres viendo hasta donde ha llevado Whedon una premisa defectuosa... Ahora, por fin, la serie estaba establecida y sus personajes funcionaban. Pero demasiado tarde. Es el segundo fracaso gordo de Joss Whedon en una generalista. <span style="font-weight: bold;">¿Cual será su siguiente movimiento?</span><br /><br />Hace no mucho tuve la oportunidad de charlar con Concepción Cascajosa Virino, probablemente la mayor experta en España sobre Joss Whedon y <span style="font-style: italic;">culpable</span> de que un servidor se atreviese a darle una oportunidad a un producto tan desprestigiado como <span style="font-style: italic;">Buffy, Cazavampiros.</span> Ella, sin saberlo, me introdujo en el <span style="font-style: italic;">whedonverso</span> y en el análisis de series, algo difícil de disociar (como demuestra este artículo). Fue duro, por eso mismo,verla despotricar, en directo, de <span style="font-style: italic;">Dollhouse</span> e incluso lamentar que la FOX hubiese sustituido a <span style="font-style: italic;">Las crónicas de Sarah Connor</span> por este programa. Pero más duro escuchar la sugerencia de que Whedon, que se ha puesto muy de moda, estaba sobrevalorado.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">Parece ser una historia circular: el auge y caida de Whedon. Sabemos que no es así y que quizás sólo toque volver a los terrenos sin pedigrí de la CW.</span> Los efectos de sus historias permanecen durante días dando vueltas en nuestra cabeza, nos revuelven. Y eso, en un autor que ha desarrollado un discurso atemporal, vibrante, sobre lo que nos hace humanos, es más que loable.<br /><br /><br /></div><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjq-C60taxWLPuLsRFDP7cvHJ-j5gkYvGRpGrJX27TGh6b6p41sS-bwxDE3gnH6THWPgXy0s9wGs-o-kXGItSj1JBi3TgDV7pNT0U7Q_88iYxh2YjLVzKfa7wEBJhkJROVbxBVofOo1CJg/s1600-h/epitaph.jpg"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 240px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjq-C60taxWLPuLsRFDP7cvHJ-j5gkYvGRpGrJX27TGh6b6p41sS-bwxDE3gnH6THWPgXy0s9wGs-o-kXGItSj1JBi3TgDV7pNT0U7Q_88iYxh2YjLVzKfa7wEBJhkJROVbxBVofOo1CJg/s320/epitaph.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5451801860184425874" border="0" /></a>Francisco Carballalhttp://www.blogger.com/profile/13577676046741367689noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7238746912146096587.post-39533272497653040512010-02-27T07:36:00.001-08:002010-03-01T15:36:52.988-08:00Batman: haciendo justicia al justiciero<span style="text-decoration: underline;"><br /></span><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJiKXmYnEYd9r2Fl-Tatn3IlYlXINWk4idyKfy2OO0j-KWnmURfKhrACmreVgo9aiGn6rrbXQlyOVCKuET37pgVUnY_VTl7eme1h_0fLRdahUuM7ldr1aHnbJFmDTueLevNi1b0N4nw6g/s1600-h/Batman+TAS.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer; width: 260px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJiKXmYnEYd9r2Fl-Tatn3IlYlXINWk4idyKfy2OO0j-KWnmURfKhrACmreVgo9aiGn6rrbXQlyOVCKuET37pgVUnY_VTl7eme1h_0fLRdahUuM7ldr1aHnbJFmDTueLevNi1b0N4nw6g/s320/Batman+TAS.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5443022238345234882" border="0" /></a><br /><div style="text-align: justify;">Años después de que Christopher Nolan reinventase El Caballero Oscuro para la gran pantalla devolviéndole el prestigio perdido tras las horripilantes versiones realizadas por Joel Schumacher (y aquel traje de Batman con pezones) uno tiene la necesidad de investigar sobre la suerte de tan ínclito superhéroe en el terreno seriado, primo hermano del cómic. 85 capítulos visionados después (toda la serie, vamos) he aquí algunas impresiones.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">Batman</span><br />Hace muchos años, antes de <span style="font-style: italic;">Batman Begins</span>, tuve el placer de devorar una magnífica biblia sobre el personaje llamada "Batman: El resto es silencio" de David Hernando, y recorrí en sus páginas las vicisitudes de un personaje que fue redibujado sin rubor al ritmo inclemente, disparatado y sobresaturado de la naturaleza industrial comiquera a través de las épocas. Los superhéroes no mueren, sino que se reinventan en los nuevos contextos sociales. No importa cuantas veces se reescriba su historia (incluso en cine ya tenemos la versión Burton y la Nolan,...multipliquen por mil los autores que lo abordaron en sus diversas ediciones de cómic). Esto impide vertebrar un verdadero canon rastreable, pero permite establecer una serie de certezas en su ficción. <span style="font-weight: bold;">Lo bueno de <span style="font-style: italic;">Batman: la serie animada</span> es que nace con una vocación </span><span style="font-style: italic; font-weight: bold;">in media res</span><span style="font-weight: bold;"> y </span><span style="font-style: italic; font-weight: bold;">fundacional</span><span style="font-weight: bold;"> al mismo tiempo; es decir, la historia comienza establecida:</span> Batman es una realidad, así como el Joker, y Robin, y el comisario Gordon. Podremos ver el origen de muchos enemigos, otros son ya rutina en Gotham. En ocasiones, narraciones pretéritas de importancia serán recreadas mediante flasbacks. En otras ocasiones, los personajes verbalizarán retazos importantes de su pasado. ¿Para qué hablar por enésima vez del origen de Batman?<br /><br />Hay muchas manos maestras sosteniendo la batuta de esta producción, pero un nombre destaca especialmente... aparte del artífice, Bruce W. Timm (que luego regalaría al mundo Batman Beyond). Se trata de<span style="font-weight: bold;"> Paul Dini</span>, mediocre guionista de grandes sagas en el cómic pero prolijo en capítulos brillantes de esta serie animada y responsable de uno de los mejores guiones jamás escritos para un videojuego, también sobre la creación de Bob Kane: el sobresaliente "<span style="font-style: italic;">Batman: Arkham Asylum"</span>. Dini, entre otros, se ha encargado de definir el tono de esta producción infantil, que recupera cierta esencia gótica del Batman de Burton, ciertos toques más inofensivos de slapstick y una madurez latente (tonal, estilística, dramática) inusual hoy en día en una serie para niños.<br /><br /><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgHKYrxtG-a6owjKOVat16qFL32L908Y_uAG9vjlxKs0owsNgzbZ3nujs9-5EFlgtTVF2RH5YIwd42-veoajxEjuMaGheCPBIWW2pevH0ZcINqpSb23K4JJFctFTFARHqrPZ-hcjshMHfs/s1600-h/batman.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 240px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgHKYrxtG-a6owjKOVat16qFL32L908Y_uAG9vjlxKs0owsNgzbZ3nujs9-5EFlgtTVF2RH5YIwd42-veoajxEjuMaGheCPBIWW2pevH0ZcINqpSb23K4JJFctFTFARHqrPZ-hcjshMHfs/s320/batman.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5443012528547324786" border="0" /></a><br /><span style="font-weight: bold;">La serie animada</span><br />En general, la serie es magnífica. <span style="font-weight: bold;">Entretenida, inteligentemente construida, brillantemente realizada y con un cuidado -ya olvidado en estas producciones- por el guión.</span> También tiene muchas debilidades que, en realidad, no son tales si tenemos en cuenta el público objetivo del producto. Y es que, en ocasiones, la serie peca de sacarse soluciones narrativas de la manga; revela algunas incoherencias en el comportamiento de los enemigos; padece una evidente falta de respeto por la continuidad; y, por último, la adaptación literal de cómics clásicos de Batman-muy bien construidas- acusan la estrechez de los 20 minutos forzadamente autoconclusivos que da lugar a ciertas tramas infraexplicadas que llevan a los personajes a forzar los conflictos.<br /><br />Pero son pequeñeces debidas a su formato. <span style="font-style: italic;">Batman, la serie animada</span>, sería un milagro (que aún quedan) en la programación infantil actual y un ejemplo del ingenio de sus creadores a la hora de condensar lo mejor de muchos años las aventuras de grandes personajes en una serie con limitaciones tan obvias. Y, sin embargo, <span style="font-weight: bold;">brillan los aciertos</span>: la versión de El Joker (doblada por Mark Hamill Skywalker en la versión original) funciona siempre en su faceta cómica... pero es aterrador cuando ha de serlo. Los mejores capítulos son los dedicados a este archienemigo, si bien hay otros que no deberían dejar de revisionarse. Los orígenes de Dos caras, Cara de barro y Mr. Frío están a la altura de sus versiones de cómic. O<span style="font-weight: bold;">tros capítulos exploran premisas muy originales que dan pedigrí a la serie</span>. Es el caso de "<span style="font-style: italic;">Casi le pillo</span>" -donde el Joker, Killer Croc, el Pingüino y Hiedra Venenosa relatan como "casi atrapan al hombre murciélago" mientras juegan al póker-; "T<span style="font-style: italic;">engo a Batman en mi sótano</span>" -que focaliza la historia en unos mocosos que encuentran a Batman en un momento de debilidad y deben ayudarle a resolver el caso-; o "<span style="font-style: italic;">El juicio</span>" -capítulo en el que todos los enemigos de Batman consiguen capturarle en el interior de Arkham y someterle a un juicio (presidido por el Joker) donde se explora su culpabilidad por hablerles convertido en los monstruos que son.<br /><br /><br /><span style="font-weight: bold;">Capítulos brillantes</span><br />Son muchos los capítulos que merecen la pena y apenas alguno cae en el convencionalismo absoluto, en una irritante previsibilidad. Los guionistas estaban en forma y conocían su material. <span style="font-weight: bold;">Especialmente coherente es la frialdad de Bruce Wayne, un hombre solitario e implacable</span> que apenas tiene algún destello emocional con alguna amante caduca (como el beso con la hija de Raz Al Gul, o el sempiterno filtreo con Catwoman). Además, Bruce vive atado a una tragedia infantil, como revela en más de un capítulo.<br /><br />Por lo demás, la serie, en general, se toma muchas licencias en el apartado tecnológico y en ciertos aspectos rayanos en la ciencia ficción (todo bastante legítimo y comprensible), pero hay capítulos que encuentran en esta línea hallzagos de nivel: en<span style="font-weight: bold;"> "Quizás fue un sueño" Batman es víctima de una hipnosis inducida por El Sombrero Loco, que crea para él una realidad ficticia (un País de las Maravillas) donde todo es perfecto: sus padres están vivos, Batman no es necesario.</span> Sin embargo, Bruce Wayne, "el mejor detective del mundo", se da cuenta de que todo es un sueño en el momento que intenta leer un libro y nada tiene sentido (algo, en mi caso, recurrente). Y así rompe la farsa: "la lectura es una función del hemisferio derecho del cerebro, mientras que soñar es una función del lado izquierdo". Ni el oscuro planteamiento del capítulo ni la cerebral resolución son propios de una serie infantil. Y eso la hace tan grande.<br /><br /><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.blogger.com/video.g?token=AD6v5dz_f_v1HIp1s0UVZ1kqFB_R_lh52xTM69kadq9iC5KOi1pPf4eSeX9e85IwatVKDH8mQkfYizbeEr4Ov1c47w' class='b-hbp-video b-uploaded' frameborder='0'></iframe><br /><br />Hay algún capítulo-caprichito (sin sentido peyorativo) que me ha llamado mucho la atención. El caso de "<span style="font-style: italic;">El duelo</span>" es el más llamativo Se trata de un capítulo totalmente demencial, que comienza cuando Robin y Batman interrumpen una fechoría de Raz Al Gul. Éste, posteriormente, les envía una cinta explicándoles que la operación que estaban llevando a cabo se remontaba a 1980 y... ¡flashback! Todo el capítulo transcurre en el viejo Oeste, con pistoleros, revólveres, tabernas de mala muerte y hombres que mastican paja. Ni rastro de Batman. Es un capítulo-capricho idéntico a uno de <span style="font-style: italic;">The Prisoner</span>, que se desarrollaba todo en el Oeste... porque sí. Pero bueno, <span style="font-style: italic;">El Prisionero</span> en sí está compuesta por capítulos-capricho en su totalidad.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">Mensaje</span><br />Por lo general, Batman ha sido siempre un justiciero vengativo, <span style="font-weight: bold;">una excepción fascista del sistema justificada por la infestación criminal, la pasividad policial y la naturaleza demente de Gotham</span>. Batman no está interesado en trabajar con la policía, a pesar de acatar de forma bastante conservadora la ley. En el mencionado capítulo "<span style="font-style: italic;">El juicio</span>" se plantean dos cosas a este respecto: en primer lugar, si no es el propio Caballero Oscuro -como sugería Nolan en <span style="font-style: italic;">Batman Begins</span> al hablar de "escalada"- quien ha sembrado la afición criminal en la ciudad por los disfraces que ocultan terribles traumas. En segundo lugar, ¿es Batman la solución a este caos? El capítulo termina con una reflexión de la fiscal del distrito donde reconoce que <span style="font-weight: bold;">Batman es un mal menor necesario y transitorio. </span>La esperanza de Gotham estará en que un día no haga falta. Bruce Wayne asiente: "yo también lo espero". La verbalización de este dilema es elegante y autoconsciente, si bien todos sabemos la verdadera respuesta: Batman seguirá siendo necesario mientras dé dinero a DC Comics. Y DC Cómics seguirá ganando dinero mientras los norteamericanos (y nosotros con ellos, la verdad) sigan creyendo en que filántropos tan complejos como Bruce Wayne pueden existir, aunque sea en ficción.<br /><br />Por otro lado, es, cuanto menos, curiosa la imagen que ofrece la serie sobre la reinserción social de los enfermos de Arkham: ni uno solo de los -<span style="font-weight: bold;">magníficamente inspirados- villanos</span> de Batman tiene posibilidad alguna de reintegrarse socialmente ni de tratar sus problemas psicológicos. Y lo que es peor: en más de una ocasión, la institución psiquiátrica los considera recuperados cuando hay claros indicios de que no es así.<br /><br />No es una observación caprichosa. Veamos: El pingüino (en "<span style="font-style: italic;">Unos pájaros de cuidado"</span>), Hiedra Venenosa (en "<span style="font-style: italic;">Casa y jardín</span>"), Killer Croc (en "<span style="font-style: italic;">El circo olvidado</span>"), Dos Caras (en "S<span style="font-style: italic;">egunda Oportunidad"</span>), Enigma (en "<span style="font-style: italic;">Enigma se reforma</span>") y Harley Quinn (en "<span style="font-style: italic;">las vacaciones de Harley"</span>)... es decir, <span style="font-weight: bold;">hasta 6 de los villanos más importantes de Batman, contemplan en esta ficción la posibilidad de redención. Y en todas esas ocasionas, ya sea </span><span style="font-weight: bold;">por culpa de la sociedad (que no les acepta), por flaqueza de voluntad o porque se trataba de un engaño desde el principio... siempre</span><span style="font-weight: bold;"> vuelven al manicomio antes de los créditos finales .</span> Y yo pienso: joder.<br /><br />Y otro capítulo de clara intención moralista -aunque muy interesante en su planteamiento- es "<span style="font-style: italic;">El trío terrible"</span>, algo así como el reverso tenebroso del Bruce Wayne versión Schumacher (es decir, Wayne es un tío rico que salva el mundo para divertirse y compra motos y trajes con pezones). El capítulo introduce a tres jóvenes villanos que van por ahí robando y haciendo fechorías porque son ricos y se aburren soberanamente. Al final, Batman captura a uno de ellos y éste trata de comprarle para que no le entregue a la policía. Batman se niega y el joven vocifera:"ya verás, compraré al mejor abogado y a los jueces, si hace falta, con mi fortuna ja ja"... CORTE A: oscura y mugrienta habitación de la cárcel donde un hombre enorme y con los ojos llenos de deseo ve entrar al joven ladrón, que se da cuenta de que el dinero no lo es todo y que se va a pudrir en la cárcel. Son unos minutos algo repugnantes por obvios. Si era para acojonar a los niños, francamente, sólo hubiese faltado un... CORTE A: las sombras de ambos presos y su movimiento sugieren que nuestro joven villano está siendo sodomizado por el presidiario grandullón. mientras escuchamos sus gritos de dolor e impotencia. ¡Créditos de despedida!<br /><br /><span style="font-weight: bold;">Nostalgia</span> <span style="font-weight: bold;">y Justicia</span><br />Excepto por razones puramente nostálgicas o académicas -o caprichosas, en mi caso- no es una serie con la que darse un atracón. Cada capítulo está cocinado a fuego lento, tiene su lógica interna y esquiva cualquier viso de serialidad. Tampoco es una serie especialmente adulta, aunque su espina dorsal recorre tramas, subtextos, matices y guiños que yo, de niño, jamás me hubiera planteado. Pero una vez vista puede decirse, con plena seguridad, que <span style="font-weight: bold;">ha sido una fuente de inspiración directa para Chistopher Nolan</span>, un esbozo del alma de muchas escenas que el director sabría luego plasmar como a nadie se le había ocurrido antes.<br /><br />Esta serie, en cualquier caso, refleja como ningún producto anterior la certidumbre de que <span style="font-weight: bold;">Batman es probablemente la franquicia más compleja e interesante de un mundo tan esquivo y resbaladizo como el de los cómics de superhéroes</span>. <span style="font-weight: bold;">Sus villanos son una colección de genialidades, bizarros engendros de política, literatura, esperpento y esquizofrenia.</span><br /><br />Sólo queda confiar en que tan buena materia prima sea manufacturada, siempre, por artesanos de calidad, como los guionistas de <span style="font-style: italic;">Batman, la serie animada</span>.<br /><br />No podemos olvidar que de lo que estamos hablando aquí es de hacer justicia.<br /><br />(Y que conste que nada de esto va por la serie <span style="font-style: italic;">camp</span>... eso es harina de otro costal)<br /></div><br /><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEibUxVCyCdxGez2S43rwBt-eo6NRw0gSajdb4_-3b1jdpXcTperu0Wl8Cqzv5PjfI_1Hbwy6Bxdc6o7QQr7uI_dPfl-EALWgxkGXOUvGNBvHj-G2bdpUH-UsWZDVadkqZYQEGc0aiTDTuU/s1600-h/batman300.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer; width: 300px; height: 319px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEibUxVCyCdxGez2S43rwBt-eo6NRw0gSajdb4_-3b1jdpXcTperu0Wl8Cqzv5PjfI_1Hbwy6Bxdc6o7QQr7uI_dPfl-EALWgxkGXOUvGNBvHj-G2bdpUH-UsWZDVadkqZYQEGc0aiTDTuU/s320/batman300.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5443020439086682258" border="0" /></a><br />(A la misma bat-hora en el mismo bat-canal)Francisco Carballalhttp://www.blogger.com/profile/13577676046741367689noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7238746912146096587.post-2410850077135640132009-11-22T08:22:00.000-08:002010-02-03T14:03:53.927-08:00No, no y no<div align="justify">- ¡NO! "V" no es una maravilla pero tampoco es ridícula. El piloto es una de las obras de ingenieria que más admiro: puso sus cartas sobre la mesa, fascinó y atrapó. Excepto a quien andaba buscándole los tres pies al lagarto. ¿No tiene más que eso? ¿Ser un drama de ciencia ficción entretenido? ¡NO! Aún hay que ver por donde se mueve. Pero como aún no sabemos si su ambición es la de Galáctica o la de Héroes ¡que dejen de correr ríos de tinta!<br /><br />- ¡NO! Flasforward no es el nuevo Perdidos. aunque se esforzaron mucho en que el cascarón tuviese aroma a Lost 1.5 en realidad no es más que un "skin" sin idea de programación. Los conflictos de los personajes son tan absurdos y el universo flasforwaniano tan ínfimo en su credibilidad que no tiene opciones de maravillar a estas alturas. ¿Va a ser cancelada? ¿Es el fracaso de la temporada? ¡NO! Todavía no estamos ante la versión acelerada de la trama deshinchada sino en el punto "de relleno" que los creadores están tratando de estirar como si no hubiese nada que contar.<br /><br />- ¡NO! Cougar Town puede ser un placer culpable, pero por lo menos es una serie bien construida: con ritmo, buenos gags -aunque no inventen la rueda- y una Courtney Cox en estado de gracia. Recoge el testigo de la frivolidad de Sexo en Nueva York sin petulancias y con mucho humor supuestamente incorrecto, que no engaña a nadie. Si estuviera en Showtime, se hablaría de ella de otra manera.<br /><br />- ¡NO! The Big Bang Theory no puede ser mejor que How I Met your Mother. Lo siento. Están situadas a kilómetros en el ámbito de las sitcom clásicas. La primera es un lavado de cara actual para una vieja novela y la segunda es buena literatura que ha sabido reinventar su género.<br /><br />- ¡NO! No nos pueden seguir colando estos flashes a lo Men in black con los arcos de algunos personajes en las series. ¿Sabes esa sensación emocionante, al terminar un capítulo, de que ha habido un cambio en la evolución de los personajes... y al comienzo del siguiente capítulo no hay ni rastro de esa evolución? <strong>En Dexter</strong> (pónganse de pie) es la segunda o tercera vez que se fuman una trama al principio de la temporada como si la anterior no hubiera existido. Vale que su protagonista es amo y señor del show pero, vamos a ver, ¿alguien se acuerda de la tensión sexual insinuada en la segunda temporada entre Dokes y Deb (por cierto, eterno objeto de cualquier emparejamiento sexual posible en la serie)? ¡NO! ¿Qué fue de la trama de Ángel y la abogada, con tanto peso en la anterior temporada? ¿Se resuelve en off? ¡NO, señores!<br /><br />Y lo mismo con <strong>la desaparición express de Rick Acervo en Fringe</strong> -al menos le dedicaron tres capítulos-, Libby en Lost -de la que el propio Lindendof dice que no volverán a hablar; <strong>el supuesto transfondo político que iba a tener True Blood, </strong>del que sólo queda algún eco lejano entre locura y locura; <strong>el noviete de Becca en Californication, </strong>desaparecido al servicio de una trama completamente distinta; <strong>lo que acaba de ocurrir en How i met your mother</strong> -un giro tramposo resuelto en 20 minutos que rompe una trama que fue base en las dos últimas temporadas (Robin y Barney, sólo para darle opio al pueblo con el regreso del Neil Patrick Harris de siempre... sí, es cojonudo, pero que pena de oportunidad de evolución); y, por poner algún punto final entre los miles de ejemplos, el reset que se producía en House, capítulo tras capítulo, de cualquier evolución implícita o explícita. Gracias a dios que esta temporada promete cambios. Algo que lleva haciendo desde hace tres temporadas, por cierto.<br /><br />En este sentido, quiero romper una lanza a favor de <strong>Smallville</strong>, una serie que, antes de convertirse en un drama ridículo, repetitivo, tosco, infantil y sin sentido en el horizonte, <strong>contaba una historia:</strong> ¿la de Superman? ¡NO! La de Lex Luthor. Y la contó entera, poquito a poco, sirviendose de matices para que un personaje roto se deconstruyera y fuera dibujándose a si mismo como un gran villano... mediante actos.<br /><br />Y aún con todo este halo de pesimismo... en febrero empieza LOST. ¡SÍIIII!</div>Francisco Carballalhttp://www.blogger.com/profile/13577676046741367689noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7238746912146096587.post-13356724206717714572009-07-06T04:46:00.000-07:002009-07-07T03:45:45.464-07:00Series para el verano (y para siempre)<div align="justify"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgn-Jl4r258OYeuIqlsfqHSinnXEFcKB4e-pX8oBDL7aM7kIBHOlxoLUAJwydhJVwBbFJXLT3ws5vO6tMJ5fc5yCs0LDvEOTaU3QlXQSzSiiAvsrUJ61ahjRQ_kithCpyFLvc-3Y4hzrRM/s1600-h/series.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5355326034344280002" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 320px; CURSOR: hand; HEIGHT: 320px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgn-Jl4r258OYeuIqlsfqHSinnXEFcKB4e-pX8oBDL7aM7kIBHOlxoLUAJwydhJVwBbFJXLT3ws5vO6tMJ5fc5yCs0LDvEOTaU3QlXQSzSiiAvsrUJ61ahjRQ_kithCpyFLvc-3Y4hzrRM/s320/series.jpg" border="0" /></a><br /><div align="justify"><strong>Obligatorias si no las has visto</strong></div><div align="justify"><em>24</em> - serie inteligente y trepidante (7 temporadas)</div><div align="justify"><em>A dos metros bajo tierra</em> -5 temporadas, 2 de ellas magníficas</div><div align="justify"><em>Dexter</em> -3 temporadas</div><div align="justify"><em>CSI ¡sólo la original!</em> - 8 temporadas</div><div align="justify"><em>Mad men</em> - 2 temporadas que son pura delicia</div><div align="justify"><em>Arrested Developtment</em> - 2 temporadas y una peli en el horizonte</div><div align="justify"><em>Los Soprano</em> - 6 temporadas que son volúmenes filosóficos</div><div align="justify"><em>The Wire</em> - 4 temporadas (recomendación prematura, pero bien avalada)</div><div align="justify"><em>In treatment</em> - 2 temporadas de pura psicología</div><div align="justify"><em>Extras</em>- probablemente, la mejor comedia británica que ha parido la BBC</div><div align="justify"><em>Galáctica</em> - Sí, es Ciencia Ficción. Sí, es una de las mejores obras de la Historia de la Televisión.</div><div align="justify"><em>Firefly</em> - 1 temporada, 1 película... 1 maldita joya.</div><div align="justify"><em>Fraiser</em> - la mejor comedia de todos los tiempos (con mis respetos a Friends y Seinfield)</div><br /><strong>Clásicos a redescubrir (porque son Historia)</strong><br />Twin Peaks (en serio, entera)<br />(Ciclo Joss Whedon) Buffy The Vampire Slayer + Angel (sí, en serio)<br />Expediente X (10 temporadas son muchas, pero 5 son fundamentales)<br />Ally McBeal y El abogado (las obras maestra de David E. Kelly)<br />Alias (o el precedente de Perdidos)<br /><br /><strong>Las apuestas seguras (series buenas o muy buenas) </strong><br /><em>Californication</em><br /><em>Life on Mars</em><br /><em>House M.D.<br />Veronica Mars<br />Weeds<br />El Ala Oeste de la Casa Blanca<br />Cómo conocí a vuestra madre<br />Dollhouse<br />Flying with Conchords</em> (en inglés eh mecagoenlaputa)<br /><em>The Office</em> (primero la versión UK luego nos desplazamos a la magnífica USA)<br /><em>The IT Crowd<br />Tell me you love me<br />En Terapia (In Treatment)<br />Damages<br />Expediente X<br />House<br />Curb your enthusiasm<br />Roma<br /></em><em>Rockefeller Plaza</em><br /><em>Breaking Bad</em><br /><em>Nip/tuck (a golpe de bisturí)</em><br /><em>Mujeres desesperadas</em><br /><br /><strong>Las que empezaron en la season del 2008-2009 y deberías seguir</strong><br /><em>Fringe</em> (entrada sobre ella)<br /><em>Dollhouse</em> (entrada sobre ella)<br /><em>United States of Tara</em> (buena comedia firmada por Diablo Cody y producida por Spielberg)<br /><br /><strong>Aquellas de las que debes huir <em>no matter what</em></strong><br /><em>My own worst enemy</em><br /><em>One three hill</em> (2ª temporada en adelante)<br /><em>Prison Break</em> (2ª temporada en adelante, pero si empiezas, tú sabrás)<br /><em>Heroes</em> (huye)<br /><em>Sin cita previa (</em>y todo lo relacionado<em>)</em><br /><em>Los Simpson</em> (dígamosle a Antena 3 que existen más series de animación para la sobremesa)<br /><em>Física o química</em><br /><strong><em></em></strong><br /><strong>Series para pasar el ratico sin pretensiones (adjunto calificación personal)</strong><br /><em>Kyle XY</em> (6)<br /><em>Boston Legal</em> (7)<br /><em>El mentalista</em> (6,5)<br /><em>Me llamo Earl</em> (5,5)<br /><em>Padre de familia</em> (8)<br /><em>Smallville</em> (7)<br /><em>Supernatural</em> (7)<br /><em>Scrubs</em> (6,5)<br /><em>Anatomia de Grey</em> (6)<br /><em>The Shield</em> (8)<br /><em>Shark</em> (6,5)<br /><em>The big bang theory</em> (7)<br /><em>Worst Week</em> (6)<br /><br /><strong>Recomendaciones británicas</strong><br /><em>Life on Mars<br />Dead Set<br />Flying with the Conchords</em> (no es británica, sino de la HBO, pero como si lo fuera)<br /><em>The It Crowd</em> (FUNDAMENTAL)<br />De nuevo,<em> Extras</em> y <em>The Office</em><br /><br /><strong>Series que siguen en verano</strong><br />Er... Que merezcan la pena, una, pero merece mucho la pena: <em>True Blood</em><br />También esta la de <em>Harper´s Island</em> pero...bueno, ya me entiendes<br />¡¡¡Y ha salido el pilot de <em>The Cleveland Show</em> (spin off de Padre de Familia)!!!<br />Y el de <em>Cáprica</em>, el spin off de <em>Galáctica</em>.<br /><br /><strong>Recomendaciones cortas</strong><br /><em>Doctor Horrible</em> (el musical de Joss Whedon; dura 40 minutos, son 3 actos y es una maravilla)<br /><em>John Adams</em><br /><em>Dead Set</em> (otra vez, la recomendé en series británicas, es una miniserie de 6 capítulos)<br /><em>Ve al cine</em> -No es una serie. Es en serio. Ve al puto cine (mirar reflexiones cinéfilas) </div>Francisco Carballalhttp://www.blogger.com/profile/13577676046741367689noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7238746912146096587.post-69974192762761273142009-07-03T12:32:00.000-07:002009-07-04T06:33:42.706-07:00Prometedora Cáprica: belleza y maestría en un arranque memorable<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh0gZ6ewOyLrron42oFuGu1k51hkEzDPM0YUFBL519rYpQtBsCRv4Sd6p48-8Z94Y-Q3ka44KU1RkuAgwV2orIhQk-c_VRCvF9AAX7B9vSSVGamVnUPcXABSYB4CmWQrTJ7zf3d2WIUwSU/s1600-h/caprica.bmp"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5354330965842632530" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 233px; CURSOR: hand; HEIGHT: 320px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh0gZ6ewOyLrron42oFuGu1k51hkEzDPM0YUFBL519rYpQtBsCRv4Sd6p48-8Z94Y-Q3ka44KU1RkuAgwV2orIhQk-c_VRCvF9AAX7B9vSSVGamVnUPcXABSYB4CmWQrTJ7zf3d2WIUwSU/s320/caprica.bmp" border="0" /></a><br /><div align="justify">Cuando Battlestar Galáctica terminó su recorrido de 4 temporadas Ronal D. Moore se aseguró de que la conclusión final abarcase no sólo las tramas y conflictos de los personajes, sino también a los espectadores y a toda la Humanidad. <strong>El punto final de la serie redibujaba la narración como una vibrante, profunda, y meditada fábula que delimita la manida relación entre hombres y máquinas como una estructura cíclica.</strong> Todo esto ha pasado ya y volverá a pasar. Pero lo interesante, vienen a decirnos, es el camino. Y como diría Jacob (el enigmático personaje de Lost, serie que no tardó en apropiarse la mencionada máxima para su mitología): sólo acaba una vez, pero cualquier cosa que suceda antes de eso es un avance.</div><br /><div align="justify"></div><div align="justify">Creo no ser el único que afrontó con inmenso escepticismo, vagancia y desinterés -aunque no sin cierta intriga- el desarrollo de Cáprica, un spin-off que sonaba tan útil como la expansión para PC de Cien años de soledad. Quizá era cuestión de darle un tiempo, y así se lo recomiendo a quienes vayan agotando los capítulos que queden en la recámara del final de BSG... porque <strong>Cáprica es algo nuevo, con posibilidades, incluso -y creo ser el único en todo el universo blogger a nivel mundial que se atreve a decir esto- mejor que su predecesora. Más filosófica, más pulida, más orquestada (no es ningún secreto que el final de Galáctica fue una milagrosa improvisación para tapar agujeros).</strong></div><br /><div align="justify"></div><div align="justify">Por partes. Cáprica es un spin off, pero no es Fraiser. A diferencia de la genial comedia heredera de Cheers, Cáprica es una precuela independiente en su forma de Galáctica pero no en su alma, y así está concebida, tal y como George Lucas planeó los Episodios I, II y III de Star Wars: sí, hay cierta pretensión de reorganización cronológica, pero sin los segundos no habría los primeros. Y aquí se acaba la metáfora porque ningún Jar Jar Binks planea por Cáprica. <strong>Sólo maestría narrativa.</strong></div><br /><div align="justify"></div><div align="justify">No existe en mi imaginación lluvia de ideas que posibilite la grandeza con la que Moore ha esbozado los 58 años previos al telefilm que dio origen a Galáctica. En un mundo en decadencia, fusión entre el nuestro, su probable futuro y algunos elementos de la Antigua Roma (que volverían locos a mi profesor de Relaciones Internacionales) comienza un proceso que nuestros instintos cinéfilos intuyen catastrófico: <strong>la creación de vida artificial inteligente</strong>. Robótica. La situación política muestra un <strong>levantamiento en la población de una minoría fanática monoteísta</strong> frente a un Estado politeísta. Además, se nos muestra <strong>la tragedia de dos familias</strong>: la de un científico pudiente y la de un mafioso descendiente de una raza trabajadora vejada socialmente, apellidada Adama. <strong>Los fans de Galáctica tienen aquí poderosos paralelismos y guiños frikis para asomarse a Cáprica. Pero la belleza de la nueva historia debería ser el motivo principal.</strong></div><br /><div align="justify"></div><div align="justify">La primera Cylon autoconsciente de la Historia es Zoe. Paradójicamente, se trata del personaje humano con más carisma de este arranque, que fallece apenas transcurridos 20 minutos. Hija del científico protagonista, es una avezada adolescente de creencias monoteístas e increíbles conocimientos de informática que ha conseguido crear un avatar virtual que recoge totalmente su personalidad. Tras su fallecimiento, su padre descubrirá este ente virtual y luchará por devolver a su hija al mundo... aunque el único modo posible sea como un modelo experimental, rudimentario y tosco de los robots-soldado en los que trabaja para su empresa, los cylon.</div><br /><div align="justify"></div><div align="justify"><strong>Es un argumento, simplemente, brillante, que sacia con efectividad algunas incógnitas de peso sobre la mitología de su serie madre.</strong> Si este piloto no tuviera continuación, seguiría siendo un coherente y magnífico complemento a Galáctica. Pero el caso es que existen 18 episodios más llenos de genio, que empezaremos a disfrutar tras el verano.</div><br /><div align="justify"></div><div align="justify">Es cierto que no tiene, ni de lejos, la fuerza del excelento comienzo de Galáctica, la miniserie, y que existe cierta dependencia emocional de su progenitora. Sin embargo, el cambio de rumbo en su temática es total. Este piloto sería excelente con independencia de todos los factores mencionados. <strong>Hay inteligencia detrás de cada diálogo y premisa, y hay ritmo, ambientación irreprochable y melancólica, algo más oscura que en BSG.</strong> Si algo se ha perdido en el camino es la espectacularidad de los efectos visuales, aunque no está muy claro si se trata de una falta de presupuesto o del reto que supone dar vida a situaciones CGI más realistas que en Galáctica. En cualquier caso, sí que es cierto que se le ven las costuras a la animación digital... aunque nada grave (sobretodo para quien haya visto Buffy, Smallville o las películas de Spiderman, por poner tres ejemplos de dirección artística competente pero CGI´s bochornosos).</div><br /><div align="justify"></div><div align="justify"><strong>Recomendación mayúscula incluso para aquellos que, como un servidor, no son especialmente fans de la ciencia ficción</strong>. Si los inefables episodios I, II y III de Star Wars trataron de mostrarnos al humano bajo las vestimentas del autómata Darth Vader (y no "como un tío se vuelve malo" como adelantaba el megalómano y tramposo George Lucas) y la caída de una democracia a favor de la seguridad que inspira un Imperio; Cáprica nos muestra, desde el primerísimo capítulo, que la primera tostadora... fue una niña. Talibán, para más inri. Ahí es nada.</div><br /><div></div><br /><div></div>Francisco Carballalhttp://www.blogger.com/profile/13577676046741367689noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7238746912146096587.post-64261737376599159212009-06-24T10:31:00.000-07:002009-06-26T12:35:29.406-07:00Fiesta del cine: reflexiones cinéfilas<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiMLaSS5snCK8W8RGxjIwW7A-vHz-8x-1vyBMIQvgV_QVyppMbzuUEO4Q-wmURThhKuoWiIJ7NzFm7DGodH3dW8UII_Tvz3F5oIQ_JpELXJ7w2U8qCJ7tBdWxw-bVuf4XVW_P_IPLtUBjw/s1600-h/cartel_fiesta_cine.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5350966874728894162" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 224px; CURSOR: hand; HEIGHT: 320px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiMLaSS5snCK8W8RGxjIwW7A-vHz-8x-1vyBMIQvgV_QVyppMbzuUEO4Q-wmURThhKuoWiIJ7NzFm7DGodH3dW8UII_Tvz3F5oIQ_JpELXJ7w2U8qCJ7tBdWxw-bVuf4XVW_P_IPLtUBjw/s320/cartel_fiesta_cine.jpg" border="0" /></a><br /><div align="justify">La Fiesta del Cine ha sido una maravilla, pese a que ni dios ha acudido a las salas. Nos quejamos mucho de los precios de las entradas, pero este vacío cuando las regalan sólo huele a hipocresía. Aunque, siendo justos, organizar la fiesta un lunes y martes de San Juan (nadie tiene excusa el domingo) va un poco a contracorriente.</div><br /><div align="justify"></div><div align="justify">Aún así, yo por mi parte he desaprovechado la coyuntura para ver los siguientes films que comento en pocas palabras:</div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><br /><div align="justify"><strong><em>Los mundos de Coraline</em> (7 menores en la sala al principio de la proyección; cuatro al final). </strong>Con una animación magnífica (ha ganado poca fluidez respecto a Pesadilla antes de Navidad, pero sigue siendo impresionante más de diez años después) esta pequeñísima historia sobre la lucha entre una niña y su desbordante imaginación como vía de escape a la monotonía de su nueva vida tiene sus mejores bazas en la <strong>impresionante labor artística del conjunto, en su música, y en la oscuridad de su historia y de su estética</strong>. No es una comedia. Es una película de terror para niños. Sí, gracias a Tim Burton y al director de Coraline, desde Pesadilla antes de Navidad (muchísimo menos ácida, oscura y terrorífica que ésta) los niños tienen una alternativa en esta obra con olor artesanal, imaginativa y dramática, y no una obligación de derretir su masa cerebral con la película estándar de animalitos con voces de famosos. Ahora... <strong>Otra cosa es que los niños quieran esa alternativa</strong>. Los de la sala a la que asistí parecían buscar la risa a la que estaban acostumbrados, embotados e incapaces de disfrutar del descenso a los infiernos de la protagonista, sumida en una mentira que la devora y que hace que la realidad verdadera, difícil y aburrida, empañada por la infelicidad cotidiana, termine siendo aceptable. </div><br /><div align="justify"></div><div align="justify"><strong><em>¿Hacemos una porno?</em></strong> <strong>(4 personas en la sala, entre ellas un niño de unos 7 años y una madre manifiestamente incómoda pero que no hizo nada una vez empezado el festival de chistes sexuales que se suceden sin descanso en la película)</strong> Kevin Smith con el piloto automático puesto <strong>está perdiendo la oportunidad de reivindicarse como el verdadero artífice de la "Nueva Comedia Americana"</strong> atribuida mayoritariamente a Apatow. Lo cierto es que este nuevo "movimiento" bebe de lo que descubrimos en Clerks y, sobretodo, en Persiguiendo a Amy: las comedias románticas para chicos. Más escatología que el de chicas, pero también una reflexión más honda bajo los trazos gruesos de sus chistes, normalmente sobre el <strong>patetismo de sus protagonistas, y un estudio soterrado de los mecanismos psicosociales del hombre de nuestra generación, el más inmaduro y perdido que se recuerda en un mundo reconocible,</strong> poblado por una sociedad abigarrada, frívola y desubicada. Smith se aleja a zancadas de la colosal -no por ello menos autoconsciente- patochada de Jay y Bob el Silencioso Contraatacan, pero corre en una dirección muy distinta a la de sus grandes films, y cada vez parece más irrecuperable. Las gracias han perdido frescura y los personajes ya no verbalizan verdades, sino chistes baratos. Aún así... Hay pocas oportunidades para reirse tanto en el cine.</div><br /><div align="justify"></div><br /><div align="justify"><strong><em>"Millenium 1: Los hombres que no amaban a las mujeres"</em> (sala prácticamente llena, ¿quién dijo que en España no se lee -bestsellers-).</strong> Hablar de momento dulce en el cine sueco por el arrollador éxito de la película de culto "Déjame entrar" y el comercial de esta adaptación de Stieg Larsson es decir un tópico. Pero bien es cierto que el cine sueco se mueve en presupuestos moderados, y Millenium bien podría ser una adaptación norteamericana (me desdeciré cuando hagan el más que plausible remake) tanto en su factura como en su falta de ambición artística, al servicio de la traducción lo más literal posible. ¡Qué viejo es este debate! Al recortar un libro para encajarlo en un largometraje se plantea un dilema: <strong>hay cosas que se suprimen porque "no funcionan" en la gran pantalla. Pero otras, simplemente, se quitan por accesorias.</strong> Esto dice mucho de la novela de Larsson. ¿Cuántas aristas de algunos tramos de la narración podían haberse pulido? ¿Cuántos diálogos haberse reducido? ¿Qué informaciones eran innecesarias para el conjunto? Esta película nos descubre unas cuantas, mientras que las partes más morbosas cuentan con una reproducción fiel. En resumen: la adaptación es buena teniendo en cuenta que el material es poco cinematográfico (algo más que las novelas del sueco Henning Mankell, desde luego, pero aún así) y que, a diferencia de Déjame Entrar, aquí el interés de ser fieles a la obra y a su vasta audiencia era imperativo económico.</div><br /><div align="justify"></div><br /><div align="justify"><strong>"Terminator Salvation" (sala a medias...habrá Terminator 5).</strong> Guau, McG. Este acólito de Michael Bay (menos enamorado de los soldados norteamericanos pero amante por igual de la acción descerebrada) ha trabajado en una <strong>buena historia para regenerar la saga, sin cumplir del todo con el espectáculo, algo sobresaturado y falto de carisma</strong>. Sam Worrington es una bestia parda y su personaje, apenas esbozado con los jirones de algunos tópicos del viejo western, es lo más interesante de la película, además de la anecdótica aparición de Chuache en digital. Mucha cámara en mano, explosiones y planos secuencia molones, pero un desarrollo de personajes más lánguido que su protagonista, un Christian Bale reducido a comparsa. El resultado, por otro lado, le da cien mil quinientas patadas a la descafeinadísima Terminator 3. Los fans se llevan las manos a la cabeza y sacan a relucir la maestría de James Cameron... mientras que éste se encoge de hombros y cuenta billetes completamente indiferente.</div><br /><div></div>Francisco Carballalhttp://www.blogger.com/profile/13577676046741367689noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7238746912146096587.post-57210700441153676042009-05-25T11:34:00.000-07:002009-06-03T15:44:06.879-07:00[Season Finales 5] 24: el thriller trillado<em>La crítica mostrada a continuación tiene una duración de lectura estimada de 3 MINUTOS. La lectura ocurre en tiempo real. ¡Los videos no cuentan!</em><br /><br /><div align="justify"><em></em></div><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5339856772973302306" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 320px; CURSOR: hand; HEIGHT: 240px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZ1OvOOpX_swk8gnzmxvBjB46GqCHkhhxJrS-OG4pit3GDAveVYosAec37BQy694bNuj84RFcY815Qlikvjxl0RXvA4g3rPu1PIVu_cnp7MrhdFf_7VEoMvwYe2M4_2qhu7X3LstbyCOY/s320/24.jpg" border="0" /><br /><div align="justify"><em><strong>00:00-></strong></em> <strong>24 ha vuelto con la intención manifiesta de resurgir de las cenizas</strong> tras la quema llevada a cabo por la crítica, que denostó una 6ª temporada espectacular en su forma, pero argumentalmente previsible, reiterativa y demasiado apologética de la tortura. La serie ha callado bocas, sobretodo porque -no hay que olvidar- que <strong>padeció un año entero sin emitirse</strong> (la eterna sombra de la huelga de guionistas, uno de los más importantes Episodios Oscuros de la ficción norteamericana). Su regreso ha sido satisfactorio, como mínimo, y notable, si olvidamos que la fórmula está empañada por la visión de un espectador habituado a sus costuras. Y no nos referimos a la dosificación de <em>cliffhangers</em> exactamente a las "en punto" -es decir, al final de cada capítulo- o a la archiconocida complementación de delirantes tramas conspiranoicas con la fría quietud de los dramas de pasillo en la Casa Blanca, que tantos picos emotivos siguen cosechando, no. Hablamos de otra cosa.</div><div align="justify"></div><br /><div align="justify"><em>34 segundos, 35 segundos...</em></div><div align="justify"></div><br /><div align="justify">Nos referimos a la estructura dramática en espiral que tan magistralmente despieza Manel Jiménez en "<em>Duplicidades espacio-temporales en 24",</em> dentro de la obra de referencia <em>La Caja lista: televisión norteamericana de culto</em> de Concepción Cascajosa Virino. Este autor señala algunas de sus claves, como la Matruska de enemigos que se van revelando según avanza la trama, sutilmente, para que el espectador no perciba que en realidad, hasta el capítulo 20 Jack Bauer no estará enfrentando a su verdadero Némesis, y que todo lo anterior son fuegos de artificio (entretenidísimos, eso si). Esta vez, para enlazar, se sacaron de la manga un elemento tramposo pero refrescante: el regreso de Tony Almeida, uno de los más queridos personajes de la serie... que había muerto en la 5ª temporada.</div><div align="justify"></div><br /><div align="justify"><em>58 segundos, 59 segundos...</em></div><div align="justify"></div><br /><div align="justify"><em><strong>01:00 -></strong></em> ¿Han amortizado este regreso? Ciertamente, el juego del doble-espía-doble y el tema tácito de la redención crean una tensión permanente en los pliegues de sus tramas, para revelar en la recta final su verdadera naturaleza, no por tópica menos espectacular. <strong>Tony Almeida es aquello en lo que Bauer corrió el riesgo de convertirse, y ahora son dos cabezas de un mismo monstruo:</strong> Tony, el antihéroe descreído de sus principios morales y Jack, el soldado que perdió su alma durante su fiel servicio al país. Esta temporada explora la huída hacia adelante del primero y las confesiones criminales del segundo. Lo gracioso es que, a pesar de que Jack insiste a Tony para que se entregue, este 7º día comenzó con la antesala <strong>24: Redemption</strong>, un telefilm que situaba a Bauer en Sangala, exiliado lo más lejos posible de las autoridades que pretendían encarcelarle por sus violaciones de los Derechos Humanos. </div><p>1:28... 1:29...</p><div align="justify"></div><div align="justify">Una hipocresía que los guionistas no han sabido manejar con claridad: Jack se convierte aquí en maestro de una veterana agente del FBI, y pese a sus escarceos con el reconocimiento moral de sus crímenes, la conclusión vuelve a ser "si veo a 10 niños secuestrados en un bus, haré lo que sea para liberarlos". Dí que sí Bauer. ¿Quién ha dicho que su ultraconservadurismo, tan criticado, no es parte de una propuesta que no trata de justificarse? ¿No late acaso una colosal vena demócrata en las tramas de los presidentes ficticios de EE.UU. (un negro pre-obama, un cobarde genocida y ahora una mujer)?</div><div align="justify"></div><br /><div align="justify"><strong>2:00 -></strong> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_0">Bauer</span> es un héroe crepuscular enfrentado ya a siete días en el infierno y que, al revés que en otros dramas, han añadido una herida más en el costado y en el alma de su protagonista. De las decenas de personajes principales que vimos estos ocho años apenas continúan con vida tres. <strong>El protagonista está en un agostamiento permanente, implacable e inexorable, y su dolor lo arrastra frente a la audiencia, como un gladiador <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_1">posmoderno</span></strong>. Debe ser difícil interpretar a un héroe sin motivos para <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_2">sonreir</span> (y ahí está <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_3">Kiefer</span> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_4">Sutherland</span> para que nos lo creamos) pero más duro es ver que sigue en pie, ofreciendo algunos de los momentos más excitantes y emocionantes de una televisión que le ha cogido el testigo a la acción de los 90, a la manifestación de lo analógico en un envoltorio <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_5">hiperrealista</span> y digital como el del <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_6">Washington</span> de 24. </div><div align="justify"></div><br /><div align="justify"><strong>2:24, 2:25...</strong></div><div align="justify"></div><br /><div align="justify">Todavía puede ocurrir cualquier cosa en esta serie de víctimas por minuto, catástrofes irreversibles que se revierten, presidentes de principios inquebrantables que más bien parecen <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_7">cylons</span> bañados en la perfecta moral <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_8">usamericana</span>, dramas mínimos extrapolados al abismo del fin del mundo... y al mérito de su creador, <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_9">Joel</span> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_10">Surnow</span>, en su propia huida hacia adelante de permanecer <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_11">estilísticamente</span> intacto en un drama sin posibilidad de más escapatoria lírica tras la acción que un llanto incontenible al final del día, una puesta de sol mortecina o las consecuencias de transmitir una violencia sin medida. Sin duda, el auténtico mérito de 24 es...</div><div align="justify"></div><br /><div align="justify">2:58, 2:59... </div><div align="justify"></div><br /><div align="justify"><strong><span style="font-size:180%;">3:00.</span></strong></div><div align="justify"><strong></strong></div><div align="justify"><strong></strong></div><div align="justify"><strong></strong></div><div align="justify"><strong></strong></div><div align="justify"><strong>(De postre, 24 según La Hora <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_12">Chanante</span> y Nacho <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_13">Vigalondo</span>)</strong></div><br /><div align="justify"></div><div align="justify"><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.blogger.com/video.g?token=AD6v5dxEgq90oyUyV2gIJRdd4RPTU71rVmY9aVUoFDdTZoRQM8d3Q-w-yN_gsvFs6OVEeEZr3cBrXL3CkHvAP80SFw' class='b-hbp-video b-uploaded' frameborder='0'></iframe></div>Francisco Carballalhttp://www.blogger.com/profile/13577676046741367689noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7238746912146096587.post-25385356579101996322009-05-19T19:53:00.001-07:002009-07-06T17:30:59.223-07:00[Season Finales 4] Comedias que aún hacen reir<div align="justify"><br /></div><div align="justify"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhvIxpHWPcc5Hn_vyGGSLuDkVUGoK5FKUBo5witzXuPHK_SKklgtLpTSVhU1keShMe7Z2Vg5LS34XHUkJS5vCWOZx0Rd2FXyxGuxDzRTUQJXpXgHIql1jeBt34jIFN-H-1aKzSWu_W0CYE/s1600-h/the+office.jpg"></a><em>Con el fin de no prolongar hasta el infinito los post sobre los finales de temporada que mayo nos ofrece, se antoja imperativo reducir la carga de texto dedicado a cada serie. No consideramos aquí la comedia un género menor, sino todo lo contrario, pero el hecho de haber hablado ya de dos de las apuestas más hilarantes de la programación actual nos permite resumir, en unas líneas concisas de diáfanos argumentos, lo que han aportado este año las siguientes propuestas:<br /></em><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEitl-lYEOeGY-KwICKAGUoNu8UQRp5R1UF1d7m0v8eAfp8S1GlzxUPw1u3zJO9FqXPBN121vu80aloccY4hiBlIHD56je0YlMmXWd15u7s__PZu-O7JJSuUUpmdmZ5OWb4CdW31TTnLrCY/s1600-h/the+office.jpg"></a><br /></div><div align="justify"><em><strong>The Office</strong> <img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5338405077415057010" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 320px; CURSOR: hand; HEIGHT: 258px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_vIogvAoFZhhXn68ESkgCZc9T6DaY9kMSSSw7usMttjT4xS9WsQQRjm4okIzCzhJSjme0WrI4Bt_NsEM5KUMhtjQSIpn5VNQEkW5L3U-SY8w__ma9r9syWAFwWv35x-w9FZUnc7dAk2I/s320/the+office.jpg" border="0" /><br /></em>Actualmente, la apuesta más consolidada de la NBC y una garantía comercial, hasta el punto de que la cadena mareó la perdiz con la posibilidad de un Spin-off que finalmente fue una serie propia (Parks and Recreation, auténtico autoplagio). </div><br /><div align="justify"><em>The Office</em> es una maravilla: el reparto de secundarios, cada vez más protagónicos, funciona como sólido engranaje en la maquinaria de diálogos brillantes y situaciones delirantes que ocurren en una oficina, por lo demás, impregnada de la gris desidia de cualquier oficina. Esta última temporada ha culminado la evolución iniciada en la 3ª. Finalmente la producción <strong>se ha librado del complejo de la versión británica de (el inmenso) Ricky Gervais y ha jugueteado con sus propios principios de ensayo surrealista sobre la monotonía</strong>, desviándose hacia tramas -o espejismos de tramas- que desfocalizan el centro dramático y se permiten explorar a los personajes en diversos entornos cómicos y emocionales, aparcada ya la necesaria descripción de pasadas temporadas. Ver a Michael Scott (Steve Carrell) abandonar su trabajo y tratar de rehacer su vida es una auténtica epopeya de proporciones mínimas. </div><div align="justify"></div><br /><div align="justify">Este nuevo rumbo, que si bien está conduciendo a la serie a territorios más convencionales y manifiestamente menos corrosivos que su propuesta fundacional, mantienen el altísimo nivel de agudeza e ingenio. Sólo así puede explicarse un capítulo "tan poco The Office" y, sin embargo, tan inspirado, como el especial <strong>5x13 Stress Relief</strong>, en el que se brinda uno de los apocalipsis más hilarantes que se hayan visto en la pequeña pantalla (del ordenador, en nuestro caso) cuando el inefable Dwigt Scrute decide provocar un incendio para hacer un simulacro lo más práctico posible, y que demuestra que existe un humor propio y genuino, especialmente en su contraposición al desafortunado cameo de Jack Black, que desentona de forma alarmante con el status quo de la serie.</div><div align="justify"></div><br /><div align="justify">En resumen, <strong>una temporada agitada argumentalmente, arriesgada pero también más convencional, aunque todavía enorme en las actuaciones de un reparto brillante en su totalidad, lleno de frescura y que es complemento al increíble trabajo de Steve Carrell</strong> (sangrante que no haya recibido un emmy por este papel). La serie está estabilizada, y creativamente en permanente mutación, sin traicionar del todo sus raices, por lo que se espera un retorno prometedor en septiembre.</div><p align="justify"><br /><em>LA ESCENA</em><br /><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.blogger.com/video.g?token=AD6v5dzJO5pfz1ozjdqwILWMunnKO10RprGK5IGosniV6-EhKAFl4uXXqDWpefJfL849NhF_8gLTPkgC1p0lsdozHA' class='b-hbp-video b-uploaded' frameborder='0'></iframe><br /><strong>Un monólogo para la Historia</strong>: "¿Cual sería mi crimen perfecto? Me cuelo en Tiffany´s a medianoche. ¿Voy a por las joyas? No. Voy a por la lámpara de araña, su valor es incalculable. Una chica me descubre: me dice que me detenga, que es el negocio de su padre. Ella es Tiffany. Yo le digo que no. Hacemos el amor toda la noche. Por la mañana llegan los policías y yo escapo usando uno de sus uniformes. Quedé con ella en reunirnos en México... pero voy a Canadá. No confío en ella. Además, me gusta el frío. 30 años después recibo una postal. Tengo un hijo y es el jefe de policía. Aquí es donde la historia se pone interesante... Contacto con Tifanny y le digo que se reúna conmigo en París, en el Trocadero. Ella me ha estado esperando todo ese tiempo, no ha conocido otro amor. No me importa, ni aparezco. Me voy a Berlin, ahí es donde dejé escondida la lámpara de araña. "<br /><br /><br /><br /><br /></p><div align="justify"><em><strong>How I met your mother</strong></em></div><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5338406707294470146" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 320px; CURSOR: hand; HEIGHT: 256px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiUzZ6GEKjpgVCcH2HdaEOFtzyiJH6MRrqjQYgJLsQ1m2by-fh_86XupPsWpy6hgM5Vag5iqN_AKSJJZT4Eu8N2uz5xUb6Gsws_0I-Nw1_Zn1b8QsymaeKRtslqFrqPayR2cEUoiK73f8I/s320/how+i+met.jpg" border="0" /><strong></strong><br /><div align="justify"><strong>El flasback más largo de la historia sigue en plena forma, más consciente que nunca de su bien más valioso: el tremendo Neil Patrick Harris</strong>, que interpreta al misógino, cínico, pueril y aún así emocional Barney Stinson, una construcción dramática apoyada en los guiones -con altibajos, eso sí- soberbios que juguetean con la narrativa y los saltos en el tiempo, y que dominan la autorreferencia como retroalimentación y creación de iconos reconocibles para su audiencia.</div><div align="justify"></div><br /><div align="justify">La eterna postergación de la revelación de la identidad de la madre de Ted es un reclamo caprichoso -que no arbitrario- y ya no supone, ni de lejos, el centro neurálgico de la trama. De hecho, en la mejor tradición de sitcom sin complejos, son los personajes enfrentados a pequeñas eventualidades el motor semanal de la historia y los mejores gags siguen siendo, precisamente, los anecdóticos.</div><div align="justify"></div><br /><div align="justify"></div>¡¡<em>LA ESCENA!!</em> (uno de los grandes gags del año)<br /><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.blogger.com/video.g?token=AD6v5dzAVrc_R3krNvForkD07L7sbBkpbf224GKS4PjPgt11LULfpHl0wtGhAKCnRrTr9ZMkQhr3ALpdLn_emKCAVA' class='b-hbp-video b-uploaded' frameborder='0'></iframe><br /><br /><br /><div align="justify"></div><div align="justify"></div><br /><div align="justify"></div><strong><em>The big bang theory</em></strong><br /><br /><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5338407071528462834" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 320px; CURSOR: hand; HEIGHT: 234px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhbj4BBLovLlimT5I1D2D2HFocRne1wPoolU4ZN2yyG4RZ__OpeEFqbA4i9GWBNZMGTY0iEByaO2z66ZG1_KB2PwH1fv6wja33AQdDKdwLnn45tRViZ9wAacZc9wfwykgoUNthcWGls4oM/s320/the+big+bang.jpg" border="0" /> <div align="justify"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj3rpHhrzuUZPIp5uE3QTNVsvlfduUzVpZum11r662ylMj4fwsKvIn08COQXD42472fVyWLq2jdci9tQtOxHBR7yKkx7BLuW65-3dyCPJUkwzEvSyAHILfZkRgUStEm7FlhxDFy7iSdBRo/s1600-h/the+big+bang.jpg"></a>Esta sitcom, mediocre en su factura técnica y carente de toda originalidad en lo narrativo ha ganado <strong>soltura en su segunda temporada gracias a la autoconsciencia por parte de los guionistas de sus puntos fuertes</strong>: la tensión sexual no resuelta entre Penny (Kaley Cuoco) y Leonard (el limitadísimo actor Johnny Galecki), cesión de algunos momentos de dramedia al actor Simon Helberg -que interpreta al judío Howard- y la omnipresencia de Sheldon Cooper (Jim Parsons) como contrapunto marciano a las tramas, que son cada vez más frikis, como cabía demandar.</div><br /><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify">Por lo general, el nivel de la serie, ya asentada, ha mejorado enteros gracias a un mayor dominio de los personajes -de descripciones establecidas- y a la <strong>brillantez de las líneas de Sheldon, magistralmente interpretado por un secundario a la altura del Niles de Fraiser</strong>: un prepotente, antisocial y casi lexitímico personaje encarnado con inteligencia que consigue alzarse por encima del encorsetado contexto de algunos gags.</div><br /><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify">Lo más interesante de The Big bang theory es su prometedor futuro. A pesar de su falta de pretensiones la serie recoge auténticos hallazgos cómicos en sus referencias a la cultura popular y a la ciencia, a la ficción y el merchandasing (desde la singular pespectiva freak) que son el auténtico encanto de la propuesta. TBBT es <strong>un retrato generoso, distanciado y blanco de los nerds, un entretenimiento descerebrado sobre personajes cerebrales, pero sólido y con posibilidades de convertirse en una comedia de referencia.</strong></div><div align="justify"><strong></strong></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><br /><div align="justify"><em>LA ESCENA</em></div><div align="justify"><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.blogger.com/video.g?token=AD6v5dyRUSsKBxKu--47FUOCJt15Euvpr1iAuOoE1aOdjGWrk13R_OGuguHmoonSBwilkB_C_AYZaZyh_YQMyJeEWA' class='b-hbp-video b-uploaded' frameborder='0'></iframe></div>Francisco Carballalhttp://www.blogger.com/profile/13577676046741367689noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7238746912146096587.post-59290957414964395132009-05-18T15:32:00.000-07:002009-07-06T17:52:00.861-07:00[Season Finales 3] House, a estas alturas<div align="justify">`</div><div align="justify"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5337321515695080930" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 270px; CURSOR: hand; HEIGHT: 400px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjUqeXqtCib3PKQ57RnYOVWCUX95FG-EkwS0dcVttYOv_fnC5mmICIYibryucpWqwf4VD6ks9Z-UEQmqLCjH7Ca5gcJTd_JUeLO8B2ZIDkZySOLvVWPYhyrzXs6tcmNM56zunElq8Ej1Aw/s400/house.jpg" border="0" /></div><div align="justify"></div><div align="justify">Llevamos cinco temporadas disfrutando de las tramas de House, una serie que a día de hoy vive en un curioso equilibrio: se mantiene como serie de referencia para la crítica, bloguers y especialistas. Sin embargo, acusa el agotamiento de la audiencia. Parte de la culpa es su estructura procedimental, que si bien estaba presente desde el primer día, no fue el reclamo principal para el público más pasivo o casual. </div><br /><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify">House es un personaje complejo, magnético, pero <strong><em>a estas alturas</em></strong> no es capaz de llevar sobre sus hombros una audiencia que no conecta ni con sus casos médicos, ni con sus secundarios circunspectos, innacesibles y, a veces, demasiado cerebrales en su verbalización de los complejos enigmas que plantean los guionistas. <strong>La metáfora de la no-evolución del final de la tercera temporada, cuando House cambiaba su guitarra por otra igual, se mantiene,</strong> le pese a quién le pese<strong>.</strong> Es ya un recurso recurrente por parte de los <em>showrunners</em> amenazar con desbrozar la impertubabilidad de la trama: en la 2ª temporada fue la incorporación de la exmujer de House, que amenazaba con trastocar su infranqueable carcasa cáustica; en la 3ª fue el hazllazgo de un tratamiento que curó temporalmente la cojera del protagonista; en la 4ª la ruptura emocional con Wilson tras el fallecimiento de su novia y ahora, en la 5ª, nos vuelven a proponer un espejismo: la desintoxicación de House.</div><br /><div align="justify"></div><div align="justify"><strong>House no puede cambiar porque el concepto de la serie es una convención: se mantiene el esqueleto (calcado a los relatos cortos de Sherlock Holmes), pero en su contenido están las sorpresas.</strong> Su personaje es una fuerza de la naturaleza enfrentada, en cada episodio, a alguna realidad social, médica, psicológica, filosófica o religiosa en la que su honestidad y cinismo abren una brecha que da lugar a la reflexión. Los secundarios tampoco están abocados a grandes romances, y las tramas siempre exploran -desde el suspense- algún aspecto relevante, moral, de sus personalidades, en lugar de ceder a un folletín que abra su <em>target</em> a los fans de <em>Anatomía</em> <em>de Grey</em>. Así, cada capítulo es pura estructura: trama médica + trama House + trama secundaria, suavemente superpuestas, y siempre resueltas como un todo. Lo que ocurre entre sus personajes es pura interacción detectivesca. Todos tienen aptitudes inhumanas para recabar pistas, dirimir segundas intenciones y manipular con su retórica, tanto en lo personal como en lo profesional. Efectivamente, pese al cuidado de la producción para constatar la veleidad de la realidad laboral, y la profundidad de unos personajes tan banales, intercambiables, como humanos, cada capítulo de <strong>House es, en resumen, una experiencia intelectual y dramática, no siempre un entretenimiento vacuo con el que conectar un martes crepuscular, ni una comedia. </strong></div><strong></strong><br /><p><strong><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.blogger.com/video.g?token=AD6v5dzt7RTuUhw2oX1yVb4NgUG3xgznx7t_Ax7dT_UKHHNzjbaePRwHB6yIn9JNL3ZbIs4rsNXfbwd5gw312IMSwg' class='b-hbp-video b-uploaded' frameborder='0'></iframe></p></strong><strong><div align="justify"></strong></div><p align="justify">Pero la pendencia entre el pedigrí de las tramas de House contrapuestas al agotamiento de su fórmula procedimental queda decidida por <strong>esos dos o tres capítulos por temporada en los que sus recursos se ponen al servicio de la experimentación argumental y la dirección artesanal</strong> (especialmente destacables son las colaboraciones de Campanella), que siguen ofreciendo, de forma autocombustible, algunas de las mejores horas de televisión del año. Si, es cierto que algunos huelen a Emmy, como <strong>5x19 "Locked in"</strong>, en el que la mitad del capítulo está narrado desde la impotente perspectiva de un paciente que sufre un daño cerebral que le inhabilita a comunicarse con otras personas. Pero esta 5ª temporada nos ha regalado <strong>5x04 "Birthmarks"</strong>, dónde Wilson secuestra a House para acudir al funeral del padre de éste, y el viaje nos revelará como estos amigos se conocieron (episodio que es hermano argumental de 3x07 "Son of Coma Guy", también al estilo road-movie, que nos ofrecía otra revelación: por qué House decidió hacerse médico). </p><p align="justify">También son destacables <strong>5x09 Last Resort</strong> (o cómo House de rehén es más peligroso que su propio secuestrador), <strong>5x15 "Unfaithful"</strong> (o House VS God 3) y la <strong>trilogía de capítulos que cierran la temporada</strong>, directamente relacionados con el trauma que produce en House la desaparición de un personaje y que provocan la personalización de su subconsciente en la confusa y provocadora imagen de Amber, cuando en realidad, el telón de fondo vuelve a ser la dependencia de la vicodina. </p><p align="justify">Las moralejas en House son contradictorias, variadas y siempre abiertas; y la carencia de entidad emocional en sus personajes no contradice su capacidad para poner sobre la mesa auténticos dilemas para el espectador. <em>A estas alturas</em>, las frases célebres por capítulo en House son mucho más difíciles de encontrar y la amenaza de cambios ya no sorprende. Sin embargo, su rutina mantiene el entretenimiento, la calidad y el atrevimiento de algunos planteamientos y sigue siendo plataforma para algunos de los momentos más interesantes de la temporada televisiva; mérito, entre otros, de un siempre inspirado David Shore. <strong>Si ha saltado el tiburón, desde luego es la serie que mejor lo disimula.</strong></p>Francisco Carballalhttp://www.blogger.com/profile/13577676046741367689noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7238746912146096587.post-21646692625302162342009-05-17T20:08:00.000-07:002009-07-06T17:49:37.716-07:00[Season Finales 2] Fringe: el monstruo de la semana (por J.J. Abrams)<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhKYQhd8I8jPxaMQXOROZolxcvRSPeVmamaRJH7d70ejOPxIKUmqFtmtcEiYb0tiNZADfIG1Cqdbb9VT9R6M3s8a3QPRn-Sc9Q0U4xC9Wrmu0p1z-VcUZFGCiIYoD_ZJif4UcUO8Ucf0JQ/s1600-h/fringe.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5337253502178737586" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 310px; CURSOR: hand; HEIGHT: 400px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhKYQhd8I8jPxaMQXOROZolxcvRSPeVmamaRJH7d70ejOPxIKUmqFtmtcEiYb0tiNZADfIG1Cqdbb9VT9R6M3s8a3QPRn-Sc9Q0U4xC9Wrmu0p1z-VcUZFGCiIYoD_ZJif4UcUO8Ucf0JQ/s400/fringe.jpg" border="0" /></a><br /><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify">Estas dos últimas entradas podrían llamarse perfectamente "El regreso de J.J." y "El retorno de Joss Whedon", o "Cómo complementar lo episódico y lo serial". <strong>Ambos autores tienen mucho que ver con la Tercera Edad Dorada de la ficción norteamericana en el sector de las netwo</strong>rk. El primero, como arquitecto de la nueva imaginería viral y mecenas del espectáculo interactivo; el segundo, como artesano de buen entretenimiento y dialoguista de primera linea. Ambos están muy próximos a la concepción del cómic, y sus creaciones se retroalimentan en este revival de géneros que vienen representando últimamente. Además, las dos fueron las apuestas novedosas de la FOX de este año, a las que concedió 10 minutos más que al resto de sus series. Eso sí, desde el principio, <em>Fringe</em> fue la niña mimada y <em>Dollhouse</em> fue la oveja negra. Por algo Whedon no está haciendo el remake de Star Trek... Pero ahora toca hablar de Abrams.</div><br /><p align="justify">El ínclito J.J. es, a día de hoy, un exponente claro de talento eficiente para el cine comercial inteligente. Como director y productor, entiende el lenguaje del espectáculo (fue guionista de Armagueddon), pero su formación televisiva le ha hecho lidiar con recursos más limitados, haciéndole <strong>experto en capítulos piloto sólidos, de gran factura y siempre interesantes. Como productor y guionista, ha sabido crear un estilo propio,</strong> para el cual se ha rodeado -como Whedon- de algunos impagables profesionales que enriquecen sus ideas. Stephen Williams o Jack Bender, por ejemplo, son algunos de sus directores habituales, mientras que los maravillosos violines de Michael Giachinno dotan de trascendencia sus secuencias. A Abrams se le presupone cabecilla de cada magistral giro de guión en sus producciones, pero lo cierto es que él apenas es responsable (y ese mérito es crucial) de enseñar los primeros pasos a sus criaturas. Desde su participación estrecha en los capítulos clave de <em>Alias,</em> hasta la intachable dirección del piloto de <em>Lost,</em> J.J. se ha ido alejando progresivamente de la TV, al mismo ritmo que los grandes estudios de Hollywood llamaban a sus puertas. </p><p align="justify">Pero mientras tanto, y desde cierta distancia, <strong>Abrams continúa con su intención de revivir todos los géneros que en el pasado funcionaban</strong>. Olvidando <em>Felicity -</em>un drama adolescente bastante sólido, que hoy en día sería un auténtico oasis de levedad, falta de efectismo y un razonable encanto carente de tópicos-, <strong>la excelente <em>Alias</em></strong> revivió las series de espías a lo <em>Misión Imposible</em> con una factura fantástica, sensibilidad, nervio, y un enrevesadísimo argumento en perpetua mutación; un ensayo sobre lo que después sería <em>Lost (</em>revisión comiquera, filosófica y comercial de <em>El prisionero).</em> En efecto, ambas series comparten la estructura mitológica: <em>Alias</em> ostenta drama, acción y algo de terror finalmente amalgamado con dosis progresivas de ciencia ficción; preguntas asombrosas de respuestas dilatadas (y, por lo general, mucho menos interesantes); personajes moralmente ambiguos y revelaciones asombrosas... Y, por supuesto, <strong>un dominio de la serialización como nunca se había visto antes</strong>, con el uso indiscriminado, inteligente e incluso doctrinal del<em> cliffhanger</em>. Todo lo que Alias tenía de bueno, lo heredó <em>Lost,</em> llevado al límite.</p><p align="justify"><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.blogger.com/video.g?token=AD6v5dxTPoXbgG30BL9LC220nqwdVHB5BJLbUlp4sPX2B21R5ooHcoDxHzApv-nUkrg-bYj1f2YXjCDqlqvmq1oYnw' class='b-hbp-video b-uploaded' frameborder='0'></iframe><br /></p><p align="justify"></p><p align="justify">Ahora bien, igual que los remakes cinematográficos, que reducen a marchas forzadas la diferencia cronológica con las películas que adaptan, el "hype" de <em>Fringe</em> viene a devolvernos el <em>Expediente X</em> de los 90. Y, en una suerte de retoño humano-cylon (como dijo <a href="http://www.fotogramas.es/Peliculas/Silent-Hill/Critica">Antonio Trashorras en la crítica más apasionante, surrealista y pedante que he leído nunca de una película</a>), la serie viene a reinventar, pero también a quemar, en una sóla temporada, todo lo que Expediente X fue en 10 temporadas, aunque, esta vez, de forma pretendidamente incombustible.</p><p align="justify"><em>Fringe</em>, todo el mundo lo sabe, nacía con la intención de devolvernos las series episódicas de los 80 y los 90. No tan procedimentales (estilo CSI) como autoconlusivas, algo así como el "monstruo de la semana". Aunque la idea era loable, <strong>la serie no terminó de convencer en su primera hornada de capítulos.</strong> Si bien el elenco era correcto, y los casos interesantes, había algo que no terminaba de despegar. Hasta que el toque Abrams, que siempre había estado latente, empezó a extenderse. La mitologia comenzó a desplegarse: los pérfidos y esquivos enemigos (Massive Dynamic), la interacción con el espectador (The observer, un misterioso personaje al que se puede buscar en todos los capítulos, cual Wally, entre los pliegues de cada plano), la conspiración (El patrón), el misterio de su protagonista -Olivia Dunham (Anna Torv)- cuyo destino está marcado por sus poderes (ya visto en Alias)... pero, sobretodo, el <strong>magnífico, fresco e inspirado Walter Bishop, interpretado por John Noble, un científico excéntrico, pseudo-amnésico y absolutamente ajeno a las convenciones sociales</strong>, cuyos horrores cometidos en el pasado son la base para su expiación. Conviene cogerle cariño pronto, para disfrutar de la acidez de sus inconveniencias desde el principio, superado el escepticismo inicial al recordar que Noble interpretó al insoportable Rey Denethor en <em>El Señor de los Anillos</em>.</p><p align="justify">Cada semana, de la mano de Walter y su equipo, el espectador se enfrenta al entreteniminto de los accidentes abstrusos y peligrosos que pueblan las tramas, mientras el rompecabezas de la mitología va agregando piezas, siempre apegado a la complicidad de un receptor activo llamado a ver más allá de lo que parece. Seguramente, el puzzle vaya creciendo subrepticiamente mientras la falsa sensación de completitud engancha a la audiencia. Pero ahí está la <strong>genialidad de los narradores bajo la sombra de Abrams</strong>. Tras el final de temporada los responsables pueden enorgullecerse de haber dado forma al conjunto y abrir un giro "post- post-11S" más que interesante, zambulléndose en las aguas de la <strong>ciencia ficción inteligente y espectacular que escarcea con el abismo del thriller fantástico.</strong></p><p align="justify"></p>Francisco Carballalhttp://www.blogger.com/profile/13577676046741367689noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7238746912146096587.post-73994461543560303322009-05-17T12:40:00.000-07:002009-05-19T16:23:33.396-07:00[Season Finales 1] Dollhouse: compleja, fallida, notable y renovada<div align="justify"></div><p><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5336904906043403458" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 272px; CURSOR: hand; HEIGHT: 400px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjfQsT7Mp2WxLp5mgMCY_4-_13CPm0Ni5o-DZC-rcmOfqsMngf5Y6HpZ0KY25vlOPzz80MyCyyWmG8QHuDO_aTxCd2Rtmx7LoGnsAY6m08lQQGJafyMHe3ouNM6D2yftanveeNAXBCsg2w/s400/dollhouse.bmp" border="0" /> </p><p align="justify">Una de las series más esperadas de la <em>midseason</em> del 2009, sino la más esperada, ha concluído por fin. Desde muchos, muchos meses antes de su estreno, había todo un <em>fandom</em> de Joss Whedon -su creador- apuntando las neblinas de su camino: un planteamiento innacesible, una cadena intransigente y un reparto descompensado. <strong>El resultado ha sido agridulce: se puede hablar de serie fallida en términos dramáticos</strong>, pero -ante la sorpresa general- la malvada y chapucera cadena FOX ha sorprendido a propios y extraños otorgándole una segunda temporada que todos deseábamos, conscientes -honestamente- de que no se la había ganado, ni en audiencia ni en calidad. ¿<strong>Qué ha ocurrido con Dollhouse?</strong></p><div align="justify"></div><div align="justify">El escenario es la época actual (norteamericana). Entre los residuos mediáticos que circulan por la opinión pública, existe uno en particular que trae de cabeza al policía Paul Ballard (<a href="http://www.imdb.com/name/nm0671886/">Tahmoh Penikett</a>, nuestro querido Helo de <em>Galáctica</em>): el proyecto Dollhouse (que nada tiene que ver con la película del inefable Todd Solonz). La leyenda urbana dice que cierta organización secreta se dedica a <strong>utilizar modelos humanos e implantarles personalidades a la carta para servir de esclavos a los burgueses que puedan costearse estas fantasías.</strong> La realidad es que esta compañía existe, y tiene sucursales en diversas localizaciones del planeta. Dirigida con mano férrea por Adelle DeWitt, en Dollhouse no se toleran fallos: la tecnología es de ensueño y las medidas de seguridad no permiten intromisiones. Los "activos" (dolls) que circulan por los pasillos castrados psicológica y sexualmente esperan dócilmente a que se les encargue una misión, y el informático Thoper les implante una nueva personalidad. Cualquier acción será posteriormente borrada de sus memorias. Estos muñecos a la carta son humanos que voluntariamente firmaron un contrato: ellos servirán de esta forma a Dollhouse sin conciencia, amnésicos, y serán liberados tiempo después, sin recuerdo de los años que se han quitado de encima. El espectador se internará en la historia a través de uno de esos "activos": la joven Echo (Elizha Duzhku, conocida por ser la Faith de <em>Buffy, Cazavampiros</em>, también de Joss Whedon).</div><br /><div align="justify"></div><div align="justify">Este es el planteamiento de la serie. Se trata de una<strong> inspirada contrautopía en la línea de lo que un Ray Bradbury o un H.G.. Wells podían haber imaginado. Whedon no deja de sorprender en la lluvia de ideas que descarga sobre el espectador, siempre interesado en provocar el dilema moral y en releer las posibilidades de su invento</strong>. Así, durante los 13 capítulos, exploraremos las muy diversas posibilidades de un argumento, a priori, tan limitado. Si la temporada comienza de forma fuertemente episódica (a Echo se le implanta cierta personalidad con el fin de satisfacer una demanda, y este fin acaba torciéndose), de forma secundaria se va tejiendo una interesante subtrama sobre los activos (errores en su programación que los hacen humanos, datos sobre el pasado de sus cuidadores, revelaciones sobre quién es activo y quién conserva su personalidad original) mientras que se sigue la historia del policía Paul Ballard, el único personaje externo cuyos indicios le hacen creer en el proyecto Dollhouse y perseguir su extinción.</div><br /><div align="justify"></div><div align="justify">El desarrollo de la serie ha sido desigual. <strong>Las interferencias de la cadena impidieron a Whedon plantear el argumento a su manera</strong>, y los 5 primeros capítulos son un auténtico eclipse al corazón de la trama; es a partir del sexto episodio cuando se marca la seriealidad, los personajes exhalan diálogos magníficos, y comienza a orientarse cierto arco narrativo. Pero si <em>Dollhouse</em> es una serie fallida, en líneas generales, es por su propio planteamiento. Si éste fuera un proyecto para la HBO, se hubiese potenciado la psicología y la crítica social que late bajo el entretenimiento, y quizás la falta de empatía con los personajes tendría más sentido. Pero la <strong>absoluta falta de identificación con un protagonista sin núcleo de personalidad, obligado cada semana a ser alguien distinto, es un lastre</strong>. Y si este personaje esta caracterizado por una Eliza Duzku limitadísima de talento, peor. </div><br /><div align="justify"></div><div align="justify">De la mayoría de personajes sólo conocemos sus carcasas, y la doble lectura que se establece derivada de sus misiones es aún más desalentadora: en ocasiones, los "dolls" tienen diálogos inspirados y muy divertidos, pero el espectador sólo ve a personalidades implantadas conversando, personalidades de las que nada volveremos a saber y cuya ironía/amargura/comicidad/brillantez es tan efímera como el capítulo. Es un metalenguaje inadmisible para captar a un espectador. Es una propuesta <strong>serializada con escasos elementos de serialización</strong>, puesto que los personajes que no son "dolls" -y que sí, están trabajados y tienen la garantía-whedon de tridimensionalidad- no dejan de ser secundarios sin un sólo vínculo emocional con la audiencia, que para colmo trabajan en una atalaya opresora e inmoral. Dollhouse es un proyecto de la FOX y planteamientos tan interesantes como la esclavitud consentida, se retuercen entre <strong>clichés del género de acción y elementos de suspense más o menos manidos. </strong></div><br /><div align="justify"></div><div align="justify">Pero <strong>a Dollhouse le salva el genio de su creador</strong> y de su fiel compañero en los guiones, Tim Minear, genio que se intuye en algunos capítulos de retazos inolvidables. Tal y como ya hizo Whedon en <em>Dr. Horrible</em>, el capítulo 1x06- <strong>"Man on the street"</strong> mezcla tintes de comedia -a modo de informativo, alguien nos acerca divertidas delcaraciones de la gente de a pie sobre el supuesto proyecto Dollhouse- con un componente dramático de peso: la violación de uno de los Dolls, un tema grave que se trata con crudeza y que saca a relucir interesantes aportaciones de todos los personajes, encaminados hacia la continuidad. En el 1x08- <strong>"Needs",</strong> ante la inminente insurrección de los Dolls, cada vez más conscientes de sus experiencias, Adelle decide solucionarlo mediante una imaginativa y sabia decisión: provoca que sus "activos" culminen los deseos prohibidos que han ido germinando en capítulos previos. Echo, la protagonista, consigue así liberar a sus compañeros esclavizados (aunque se trate de una ilusión); Victor, un doll que comenzaba a despertar sexualmente, es correspondido por la responsable de esta anomalía: Sierra (la doll violada, que a su vez recupera la confianza en el contacto humano). Una vez calmadas sus necesidades, los Dolls vuelven a ser más domésticos que nunca. El inteligente fascismo de Adelle triunfa una vez más sobre sus siervos no-tan-descerebrados.</div><div align="justify"> </div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.blogger.com/video.g?token=AD6v5dyTE6Y7nooI2cqTonfITMa0UBppQ0uZ-2ofGWg_DF6iW-LZ5mV40sAXrOez-pZgIsIBOcax2fMGjzcXOw-wwA' class='b-hbp-video b-uploaded' frameborder='0'></iframe><br /><div align="justify"></div><br /><div align="justify">En definitiva, <strong>ideas llenas de ingenio han terminado formando un conjunto insatisfactorio, en el que la mezcla de suspense, acción, psicología y diatriba moral se ve constantemente ahogado por la aplastante complejidad de su concepto</strong> y por una protagonista mediocre. Whedon es conocido por su habilidad para construir entretenimientos frívolos en los que rutilan ocasionalmente destellos de genialidad y subyacen al mismo tiempo metáforas de gran calado. Ahora que ha conseguido una inesperada renovación, Whedon tiene la <strong>responsabilidad de darle un giro a la arquitectura, ya dispuesta, de su nueva ficción</strong>, que si bien está muy por debajo de lo que consiguió con <strong>Firefly</strong>, ha demostrado de sobra que incluso en una propuesta tan complicada hay espacio para la sorpresa y su veleidosa habilidad para los diálogos fascinantes. Whedon es el rey de la dramedia con estilo, y aunque su nuevo proyecto no ha enamorado todavía, el potencial en sus manos es siempre prometedor. </div>Francisco Carballalhttp://www.blogger.com/profile/13577676046741367689noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7238746912146096587.post-5435469984398807022009-04-28T04:45:00.001-07:002009-05-22T06:29:14.301-07:00El internado: ingredientes ajenos bien empleados<div align="justify"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgqwRWpslG6wIa-fkShrPVk4R-Y-ibcGxEpCJTxJaKP2zu9cTlQMR2aMozYteiuSJyXBqV-4xscywY67RQDWPF8S1iBAd29SdrQLq9G5dNu4KL2uQzpQG3_oGCD8m4XRKnx5htk1eHl06g/s1600-h/internado.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5331957137820518642" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 400px; CURSOR: hand; HEIGHT: 300px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgqwRWpslG6wIa-fkShrPVk4R-Y-ibcGxEpCJTxJaKP2zu9cTlQMR2aMozYteiuSJyXBqV-4xscywY67RQDWPF8S1iBAd29SdrQLq9G5dNu4KL2uQzpQG3_oGCD8m4XRKnx5htk1eHl06g/s400/internado.jpg" border="0" /></a> </div><div align="justify"><strong>Se acerca el estreno de la 5ª temporada de <em>El Internado</em></strong>. Para un servidor, frente a otros experimentos narrativos encomiables de la narración española (<em>Guante blanco, Desaparecida, Cuenta atrás</em>) éste es el que mejor ha funcionado en una doble vertiente: por un lado, en audiencia; y por otro -a medias- en lo que sus autores realmente pretendían conseguir por primera vez en España, crear <strong>una serie de culto</strong> (y no vale la magnífica colección clásica de <em>Historias para no dormir</em> de Chicho IBañez Serrador). En efecto, <em>El Internado</em> es el vivo ejemplo de una serie que quiere triunfar por sus tramas, pero que en último término los hándicaps a la española bien manejados (el product placement, necesidad de torsos desnudos por capítulo, duración de hora y media) han ayudado a asentarse dentro del target juvenil más apetitoso posible.<br /></div><div align="justify"></div><br /><div align="justify">En primer lugar, abordemos sus bondades, deudoras directamente de <em>Lost, Los Cinco y Harry Potter</em>, entre otras referencias evidentes bien integradas por los guionistas. Las dos últimas son más obvias: los personajes se enfrentan a tramas detectivescas que resuelven en plena cooperación amistosa, no exenta de las vicisitudes de la pubertad (tal y como es el modelo de Los cinco, o los magos); las relaciones con los profesores están tejidas entre la autoridad, la rutina escolar, la sospecha y aquellas que trascienden a la emotividad (Hector-Marcos, Harry-Dumbledore), sin olvidar que los personajes están enmarcados en un internado (Hogwarts) construido sobre pasadizos secretos, habitado por profesores de soterradas intenciones homicidas (que vienen, van, mueren y matan) y rodeado por un bosque oscuro plagado de peligros (y monstruos). Perfectamente, uno puede vender una serie conjugando estos elementos. </div><br /><div align="justify"></div><div align="justify">Pero el hallazgo más inteligente (en su puesta en práctica, que no en su originalidad precisamente) está en el ritmo y la dosificación de misterios al más puro estilo Carlton Cuse-Damon Lindendof en <em>Perdidos</em>. El empleo del <em>cliffhanger</em> al final de cada capítulo, los misterios que implican giros en las relaciones de confianza de los personajes (cuya ambigüedad da como resultado un gran juego narrativo), la dosificación de las intricadas historias de cada miembro del Laguna Negra (que-nunca-son-lo-que-parecen), el empleo de <em>flasbacks</em> temáticos por capítulo (el plagio más descarado de la serie de J.J.Abrams), el uso de <em>El internado</em> como un personaje más (con su historia, misterios, y escenografía siempre al servicio del argumento) y finalmente, por desgracia, <strong>el ¿innecesario? salto sin red hacia la ciencia ficción</strong>. </div><br /><div align="justify"></div><div align="justify">En <em>Perdidos</em> -honestamente- pocas salidas quedaban a la complejidad de sus enigmas, inicialmente planteados sin orden ni concierto y sin un plan maestro, lo que llevó a sus creadores al camino, sinuoso pero bien trazado, de los viajes en el tiempo, los poderes y las anomalías electromagnéticas (elementos que, por si acaso, siempre habían estado presentes). Sin embargo, en <strong>El Internado</strong>, sorprendentemente -y cómo quedó claro en la segunda temporada- supieron cerrar la trama más peligrosamente fantasiosa -la del monstruo- con una resolución sólida y digna, alejada de humos negros. Y, de repente, a alguien se le ocurrió empañar esta decisión con la aparición de fantasmas, una trama incialmente potente y posteriormente bochornosa que le arrebata credibilidad a la serie y resta impacto a revelaciones posteriores (que incluyen -AVISO DE SPOILERS- el régimen nazi, sin ir más lejos, y un niño capaz de soñar con el futuro).</div><div align="justify"></div><p align="justify"><strong>Taras propias del medio</strong></p><p align="justify">Pero sin la distracción de críticas gratuitas y prejuiciosas, lo que los guionistas de <em>El internado</em> trataron de construir era más que digno: una mezcla de folletín, drama, suspense, terror y algún punto de desahogo cómico gracias a la participación de las más pequeñas de la serie. ¿Problema? Que para sacar esto adelante y rellenar una hora y media de capítulo deben seguirse unas diez tramas de personajes; que el arco principal de la serie (la desaparición de los Noboa Pazos) no vislumbra un final; que los que adquieren el DVD no tienen porque soportar las escenas obligatorias por capítulo que incluyen una referencia al coche, a la leche y al servicio de envío de paquetes; que el contraste entre los soberbios Amparo Baró/Luis Merlo con Martin Rivas/Ana de Armas son más que notorios; los desnudos gratuitos; las frases demoledoramente tópicas; que no haya nada en el Internado que haga creíble que alguien mandaría a su hijo a ese infierno, y la cutrez de algunos decorados echan por tierra la que podría ser una serie de culto que, pese a todo, está <strong>infravalorada, dados los resultados y las cotas de entretenimiento, buena factura y originalidad (o sabio uso de ingredientes ajenos) que han sabido ofrecer, sin decantarse por el culebrón y respetando siempre esa mitología tan advenediza que han sabido asentar.</strong></p><p align="justify">Como curiosidad, algo que no pasó desapercibido al que esto escribe hace dos años. Se trata del anuncio de la 2ª temporada de <em>El Internado</em> en el que se <strong>refuerza la</strong> <strong>teoría de la influencia de Harry Potter en el alma de esta ficción.</strong> En efecto, y no por casualidad, en lugar de usar la partitura más conocida de la saga (obra de John Williams), se decantaron por una bellísima pieza que acompaña "El vuelo del hipogrifo", una de las mejores escenas de la historia de la cinematografía infantil, según <a href="http://www.lashorasperdidas.com/">Las Horas perdidas</a>, y yo lo secundo entusiasmado. Una escena que el brillante director Alfonso Cuarón (Y tu mamá también, Hijos de los hombres) se sacó de la manga en esa magnífica fábula inspirada en la obra de J.K. Rowling. Aquí dejo ambos videos:<br /></p><p><br /><em>El internado-Harry Potter</em><br /></p><p><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.blogger.com/video.g?token=AD6v5dxWpDZxyyR1aspWksXH_zROo7GAqWf8m-Fg_3vKf-8JjS1gXwFsiTya9voTO97OYalWjKpiYJEm0FNng5bV8A' class='b-hbp-video b-uploaded' frameborder='0'></iframe></p><p></p><p></p><p>C<em>ómo ve Alfonso Cuarón Harry Potter</em></p><p><br /><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.blogger.com/video.g?token=AD6v5dwnhdvPfGblQUpNitDb499-V_SC2L2iEcFSwRS-lW2DykTiYYPHUxNqocYRq54v39HMX17dWYvBgX5y4jZrow' class='b-hbp-video b-uploaded' frameborder='0'></iframe></p><p>(Por supuesto, esta corta escena tiene unas 20 veces mayor presupuesto que el Internado en 15 temporadas... de ahí el mérito)</p>Francisco Carballalhttp://www.blogger.com/profile/13577676046741367689noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7238746912146096587.post-86961448399695956852009-04-16T14:38:00.000-07:002009-05-21T09:25:39.535-07:00Gossip Girl, enésimo retrato de la frivolidad adolescente (a escala mundial)<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhHTIyjk9-unQmhZjJ5DieLr4LscszubzF4LwlT9jihiJtmRqtJHx2XIvfGXLYS-8hXv7GJBwxHPnyncWuqCJ73SMBHX9_G5xaIDJObfAMOZ1WpybKB5hWVb23TMfk7XxqNGWu38EfnKzM/s1600-h/gossip.bmp"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5325435574145994802" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 400px; CURSOR: hand; HEIGHT: 307px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhHTIyjk9-unQmhZjJ5DieLr4LscszubzF4LwlT9jihiJtmRqtJHx2XIvfGXLYS-8hXv7GJBwxHPnyncWuqCJ73SMBHX9_G5xaIDJObfAMOZ1WpybKB5hWVb23TMfk7XxqNGWu38EfnKzM/s400/gossip.bmp" border="0" /></a><br /><div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify">Ayer se estrenó en Cuatro la serie <em>Gossip Girl</em>, que emite actualmente el canal norteamericano especializado en adolescentes: "the CW" (fusión de las previamente rivales WB y UPN). La serie está firmada por John Schwartz, el nuevo rey Midas de la pubertad norteamericana más elitista y responsable del rotundo -y efímero- éxito de <em>The OC,</em> un culebrón juvenil como el que aquí se nos ofrece. Ni más ni menos. <strong>Gossip Girl no engaña a nadie desde su piloto, es una de esas series de disfrute descerebrado, para quien busque ese disfrute.</strong> Vuelve Sensación de vivir (y van...).<br /><br />Tras la cancelación oficial de <em>The OC</em> en su temporada 4, parecía que Schwartz había asumido el fracaso de su producto estrella, un culebrón de sorprendente repercusión que no supo reinventarse después de perder toda su frescura y desdibujarse entre dramas de similar categoría. Sin embargo, para la CW los buenos tiempos de la serie supusieron currículum suficiente, y le dieron al autor la oportunidad de perfilar dos proyectos que actualmente funcionan más que positivamente: <em>Chuck</em> -comedia adolescente- y <em>Gossip Girl</em>, la que nos ocupa.<br /><br />La serie toma como punto de partida la serie de novelas de Cecily von Ziegesar para volver a lo que mejor sabe hacer su creador: <strong>dar cierta ambigüedad a los estereotipos americanos que componen sus personajes (y que representan el target de la cadena) y ofrecer conflictos mil veces vistos</strong> bajo ciertos prismas estéticos de actualidad (la narradora-bloguera, un cuidado extremo en el tratamiento de la moda, una banda sonora que busca identificación mediante el uso de los éxitos más <em>cool</em> del momento...).<br /><br />Visto así, puede dirimirse que <em>Sensación de vivir</em> es infinito, como los superhéroes, sólo hay que revisionarlos cada dos o tres años. Hasta el espectador menos exigente debería notar el <em>deja</em> vu: desde el punto de partida, "el pez fuera del agua" (un personaje llega/regresa a un ambiente que le es extraño como premisa de partida -que ya se empleó en <em>The O.C</em>. de forma mucho más prometedora-), hasta los conflictos de entrada: protagonista en actitud de romper con el mundo que le rodea y sus consecuentes problemas de adaptación (A) con personajes malvados destinados a humanizarse con el avance de la serie (B), momento en que llega la remodelación del arco narrativo con la reconciliación argumental de ambos (AB). <strong>Este es el esquema, desde <em>Sensación de vivir,</em> de la mayoría de dramas adolescentes norteamericanos</strong>, largometrajes incluídos. Y va acompañado de mentiras, drogas, celos, engaños, heteros, gays y sexo (en España preferimos decir "<a href="http://www.cinecutre.com/index.php?modulo=portada&opc=2&id=623&seccion=7">mentiras y gordas</a>").<br /><br />Los tópicos están a la orden del día, y el humor -que tan bien funcionaba en <em>The OC</em> para dar cabida a la autoparodia- carece de cualquier destello de genialidad (lo cual es normal dado el <strong>nivel de las interpretaciones, de un plano que asusta</strong>). A su vez, el climax del piloto es casi una grosería: el protagonista traspasa la barrera social -elemento de tensión permanente en este mundo de frivolidad- para defender a su hermana a base de puñetazos, en un autoplagio desvergonzado del primer capítulo de la mencionada ópera prima de Schwartz [cuando Ryan Atwood (A) defendía a Seth Cohen de los niños pijos en la fiesta de la playa (B)].<br /><br />Sin embargo... como decíamos, Gossip Girl no engaña a nadie, da lo que ofrece (un reparto de guaperas, incluidos los padres de los protagonistas, apenas tres o cuatro años mayores que sus hijos), y va dirigida al público objetivo que la adora de forma diáfana, <strong>sin menospreciar su inteligencia y provocando su adhesión mediante un -nada fácil- cuidado extremo en su estética</strong>. La superficialidad es parte de su propuesta, y es absolutamente autoconsciente, lo cual es una lección a aprender por los guionistas-aleccionadores morales de <em>Física o química, El internado</em> o la extinta <em>Compañeros,</em> por citar tres ejemplos de ficción patria en este género<em>.</em><br /></div><br /><div align="justify"></div><br /><div align="justify"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5325434504762924610" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 380px; CURSOR: hand; HEIGHT: 276px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjsuNvdl4lAp-xdLWdZwfmYzYHkJIPTWpNw-OHcMG8LoO5a_VGVVS-8J6kPiO2Rrnsz9dpLhBXUoZv_0OndQcSZmg9uFbS4YNf6ay33XWu3XTyNQCsA5yATY0b12cmhLUc8PUIT8XV7eiY/s400/IMG_4764.JPG" border="0" /></div><div align="justify"><br />Cuatro ha hecho un trabajo ejemplar promocionando -machaconamente- la serie, siguiendo el ejemplo de su campaña americana, vendiendo un erotismo que apenas está latente en las temporadas (hay mejores ejemplos en Google, pero esta foto fue tomada por un servidor en la Gran Manzana). Ahora <strong>queda comprobar si los espectadores, sobre todo espectadoras, pasivos/as serán seducidos/as por la propuesta</strong>, cuando el <em>target</em> importante que vería la serie en el siglo XX -y que son amantes del glamour, la moda y los chicos ricos de Hollywood- ya lo han visto por internet y sin ese nefasto doblaje en el que se adivinan las voces de <strong>los mismos actores de doblaje que participan en toda serie juvenil traducida</strong> al idioma de Cervantes. </div><div align="justify"><br /></div><div align="justify">Ojalá el apagón analógico sirva de algo a este respecto y nos acerque al subtitulado personalizado (y al siglo XXI)...<br /><br />Ahora quedan ciertas reflexiones en el aire: ¿Se trata del mismo público quien consume con avidez las pijotadas vacuas de <em>Sin tetas no hay paraíso</em>...y el que adora el estilo de vida de la alta sociedad norteamericana adolescente? <strong>¿Ana de Armas y Micha Barton tienen un <em>fandom</em> común?</strong> ¿Qué dirán los audímetros españoles, cuando en EE.UU. hablamos de 2,35 millones de audiencia? ¿Cómo reaccionarán los guionistas españoles ante un presunto éxito? ¿Volverán los productores a confiar en Ana Obregón para captar el glamour de España post-TDT, cómo ya ocurrió tras el boom de <em>Sexo en Nueva York</em>?</div><div align="justify"></div><div align="justify"><em>Actualización 28-04-09</em></div><div align="justify">En efecto, como apuntábamos, pese al éxito en lo que respecta al target español de entre 13 y 14 años, el share de <em>Gossip Girl</em> se quedó en un triste 6%, muy por debajo de la media de la cadena de Sogecable. No se trataba, claramente, de un producto de <em>prime time</em>, ya que en España hay que contentar a la audiencia mayoritaria, no a la objetiva... En cualquier caso, la serie ha sido reubicada junto a Perdidos (de cuyo prometedor estreno también hablamos aquí) el domingo, y se espera que el éxito de la ficción de la Abc -que está funcionando bien, aunque puede ser un espejismo- arrastre algunos espectadores a Gossip"", pese a tratarse de productos claramente diferenciados.</div></div>Francisco Carballalhttp://www.blogger.com/profile/13577676046741367689noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7238746912146096587.post-69422900248861128732009-03-30T10:59:00.000-07:002009-04-21T17:15:55.040-07:00¿Están muertas las sitcom clásicas? Doble negativa<div align="justify"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjtpeSQPfdqOs9son8mBSKe-3NKFvoAdmoPkER_jNl4YkrAnORvlsdjwtlyzF6KOCVbWc-aLctpNa33vNcvJmvUR-MzTLGoO_CN7rZ1T-x8rHVfBAR3R6FdCBwBwM7aL0oj_GaZF8uMwF8/s1600-h/untitled.bmp"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5319080346505522946" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 400px; CURSOR: hand; HEIGHT: 179px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjtpeSQPfdqOs9son8mBSKe-3NKFvoAdmoPkER_jNl4YkrAnORvlsdjwtlyzF6KOCVbWc-aLctpNa33vNcvJmvUR-MzTLGoO_CN7rZ1T-x8rHVfBAR3R6FdCBwBwM7aL0oj_GaZF8uMwF8/s400/untitled.bmp" border="0" /></a> La Facultad Pontificia de Salamanca acogió los días 26, 27 y 28 de junio el Congreso académico y profesional de Creatividad en Televisión: Entretenimiento y Ficción, que contó con la participación de estudiosos y trabajadores de muy diversa procedencia en el terreno. Uno de los paneles sobre ficción -en general, norteamericana-, presentado por Josema Bunaut, hablaba del nuevo humor en las sitcom, de la ruptura que tiene lugar en la actualidad respecto al formato clásico de comedia americana (<em>Seinfield, Cheers</em>) y que tantos éxitos está cosechando, especialmente de crítica, esta apuesta por la originalidad: <em>The Office, Arrested Development, Flight of the Conchords, Entourage, Curb your enthusiasm o 30 Rock</em> son algunos ejemplos de la nueva creatividad en humor norteamericano, libre de las ataduras de las viejas propuestas. Ni risas enlatadas, ni puesta en escena teatral con público en directo ni rechazo al uso de exteriores. <strong>La nueva sitcom apuesta por el dinamismo, la mezcla de estilos (fusión con el documental de ficción), cierta aproximación a la "incomodidad" del humor británico</strong>, <strong>artificios mejor disfrazados: mayor sensación de realidad. </strong>Esta ruptura, este nuevo tipo de humor, dice mucho del mérito que ostentan las series de las que vamos a hablar. </div><div align="justify"><br /><div align="justify">Volviendo al congreso, algo interesante sucedió desde las butacas. Durante el turno de preguntas, uno de los asistentes al Congreso lanzó la siguiente cuestión a Bunaut: <strong>¿Están muertas las sitcom clásicas?</strong> La respuesta del congresista fue: "Desde mi punto de vista sí, sin duda". La contestación fue contundente. Pero también errada. Si Burnaut estuviese en los cierto, no podríamos estar hablando de las dos propuestas más recientes de la CBS que mejor están funcionando en comedia: <em>Cómo conocí a vuestra madre</em> y <em>The big bang theory.</em></div><div align="justify"><br /></div><br /><div align="justify"><strong><em>Cómo conocí a vuestra madre</em></strong></div><div align="justify">Esta ficción, creada por Craig Thomas y Carter Bays, ha supuesto un lavado de cara magistral al formato clásico de sitcom. Todo está ahí: risas enlatadas, escenarios fijos... su diseño de producción no parece más caro que el de ls españolas <em>Aída</em> o <em>7 vidas</em>, y los elementos recurrentes (piso 1, piso 2, el bar de reunión, multiescenario) no difieren demasiado de lo ya visto en otras producciones del mismo corte. El elenco tampoco es especialmente conocido, aunque destaque poderosamente un <strong>Neil Patrick Harris</strong> brillante, erigido como uno de los grandes talentos de la comedia actual (como respaldan varias nominaciones al Emmy).</div><br /><div align="justify">¿Por qué hablamos, entonces, de <strong>reinvención</strong>? Precisamente, porque pese a estas bases, que la atan a su género y su marco dramático, la serie se ve sublimada por una narración novedosa, en constante juego con el espectador, siempre al servicio de historias minúsculas, delirantes, llenas de ingenio, que se mueven alrededor de personajes en estado de gracia: el concepto principal define perfectamente su propuesta. Un padre del año 2030 cuenta a sus hijos -y al espectador- la historia de cómo conoció a la madre de éstos. Sin embargo, este no va a ser un relato corto, ni vamos a saber pronto quién es esa madre. De esta forma, las historias nunca pierden esa sensación de permanente <em>flasback</em>, y <strong>la narración omnisciente, engañosa, confusa y siempre irónica nos lleva de un punto a otro de las historias de forma siempre eficiente (por su fácil comprensión) y brillante (por su resultado), con algana que otra genialidad formal.</strong> Ejemplo:<br /><br /><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.blogger.com/video.g?token=AD6v5dx0Wm2nELah4YC3QgsEM3h3jsYLls7sy6rmZCzw0CVJRcy-cVq-JCrJcjGBPFpr_qm3niTUlgjTLyapWnv8BQ' class='b-hbp-video b-uploaded' frameborder='0'></iframe></div><br /><div align="justify">No es de extrañar que <strong>la Sexta haya decidido programar esta serie como lead-in de <em>Sé lo que hicistéis</em>,</strong> ahora que el programa no acompaña. Si Friends le funcionó bien a Cuatro en la sobremesa, "Cómo conocí..." tiene todo para encandilar a esta audiencia.</div><div align="justify"><br /></div><br /><div align="justify"><strong><em>The big bang theory</em></strong></div><div align="justify">Los trasvases entre ficción británica-ficción norteamericana son tema de estudio (por ejemplo, en el congreso mencionado) por su aumento descarado en los últimos años, en mutuo beneficio. <strong>Las ideas de las series británicas son inagotables, exquisitas en la mayoría de los casos, y su producción tiene unas cuotas de ingenio que le vienen muy bien a los creativos americanos</strong>. De estas hermandades hay ejemplos varios, con mejor o peor fortuna (del éxito histórico de ambas <em>The Office</em> a la pobreza de la versión americana de <em>Life on Mars</em> y el presunto fracaso que será su traducción española, <em>La chica de ayer</em>). En el caso de <em>The big bang theory</em>, sin poder hablar de compra, adaptación ni -exactamente- plagio, puede decirse que sí hay una clara influencia de la magnífica -y muy inglesa- <em>The IT crowd (Los informáticos). </em></div><br /><div align="justify">Esta serie con alma y forma de sitcom clásica es exactamente lo que parece, si bien <strong>su temática se centra en unos personajes socialmente poco adaptados que en España llamamos cariñosa y condescendientemente"frikis".</strong> De sus relaciones con el elemento de fricción -una vecina cañón ajena al mundo de juegos de rol de sus compañeros- surgen la mayoría de las tramas de <strong>una serie que empezó asentada en los convencionalismos más simplones, para irse desarrollando en calidad gracias a sus personajes y especialmente, otra vez, entorno a uno de sus actores,</strong> que interpreta a un secundario reconvertido en eje de la serie: Sheldon Cooper (Jim Parson), el paradigma de cerebrito asocial incapaz de conectar con más emociones que las que ofrecen los cómics y los videojuegos, y que acapara la inteligencia de la comicidad de la serie, sobretodo en las referencias banales que el personaje se ve siempre obligado a decodificar mediante brillantes monólogos científicos. Ejemplo de todo lo dicho:<br /><br /><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.blogger.com/video.g?token=AD6v5dwycyTp5Ve4KC27TTfxbbMC21xIBxVeOUBt85C_Zl3wYjjF9fj3dHZSrZJOsU5Py5sp5IQgz5JY-i-kNbQ1CQ' class='b-hbp-video b-uploaded' frameborder='0'></iframe></div><br />He aquí, por tanto, dos novedosas series de la misma cadena -hay sitcom veteranas que aún sobreviven, como <em>Dos hombres y medio</em>- que responden a la pregunta: <strong>¿están muertas las sitcom clásicas?</strong> Mientras exista el ingenio, mientras un formato sepa reinventarse y utilizar el medio como canal de inteligencia y buen humor, esperamos que la respuestas sea NO. </div>Francisco Carballalhttp://www.blogger.com/profile/13577676046741367689noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7238746912146096587.post-82861837454226967592009-03-23T05:20:00.000-07:002009-05-21T09:54:32.633-07:00Batallas espaciales que exploran el alma humana<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgKGyhrerisLY7Zu0f_-b136EQaXNUeNjxnXez2PoUescjZlAeY9WxjurSU5DOZ2_3J8nAX7JyQVvBmqLFGm7kCViF3UnOkADaEEnOXPIlV3ZhdLGYUt6AdFZXESCYxdACWm7ufimtMxQU/s1600-h/galactica.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5316379265468795458" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 400px; CURSOR: hand; HEIGHT: 235px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgKGyhrerisLY7Zu0f_-b136EQaXNUeNjxnXez2PoUescjZlAeY9WxjurSU5DOZ2_3J8nAX7JyQVvBmqLFGm7kCViF3UnOkADaEEnOXPIlV3ZhdLGYUt6AdFZXESCYxdACWm7ufimtMxQU/s400/galactica.jpg" border="0" /></a><br /><div align="justify">Hace cinco años, los guionistas Ronald D. Moore y Glen A. Larson afrontaron el reto de hacer un remake de una space ópera de los 80, <em><strong>Battlestar Galactica</strong></em>, una miniserie de dos capítulos para el innovador canal temático Sci-Fi. El éxito de público y crítica propició su expansión a cuatro temporadas más que constituyen, finalmente, una de las mejores series de la historia. El pasado sábado, <strong>esta serie llegó a su final</strong>, con el capítulo 20 de su cuarta temporada, <em>Daybreak</em>. Sin renunciar a la belleza de su estética ni al reconocido riesgo de en sus decisiones narrativas, Galáctica se despidió de la audiencia de forma magistral, cerrando uno a uno sus arcos argumentales, que confluyeron en un epílogo lleno de sentido no sólo en la trama, sino también en su particular tratado sobre las complejidades del ser humano, su análisis sobre la civilización y una maravillosa lección sobre política y religión. Una visión que <strong>ha llevado a</strong> <strong>parte del equipo creativo y del elenco de la serie a la ONU, </strong>invitados para establecer un diálogo sobre alguno de los temas de la serie que afectan a la humanidad: los derechos humanos, el terrorismo, los menores y los conflictos armados, además de la reconciliación y el diálogo entre civilizaciones. </div><br /><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"><strong>Ciencia ficción + política, religión, ética y filosofía</strong></div><div align="justify">El argumento parte de la siguiente premisa. <strong>Los Cylons son unos robots creados por los humanos</strong> en una época indefinida de evidente progreso tecnológico. Tras años de esclavitud, los autómatas se rebelan, provocando una guerra civil que finaliza con el éxodo de los Cylons del planeta en el que habitan los seres humanos, Cáprica. 40 años después, estos robots han evolucionado hasta adquirir en todos los aspectos forma humana -así como muchas nuestras inquietudes-, y sirviéndose del engaño son capaces de penetrar en el sistema de defensa de Cáprica, alcanzando la destrucción del planeta. Los apenas <strong>40.000 supervivientes de la Humanidad se embarcan en una travesía espacial</strong> en el interior de un viejo carguero llamado Galáctica, que pretende <strong>escapar de los Cylons y encontrar otro hogar</strong>... un viejo planeta en el que se dice que vivían los acestros de los seres humanos, <strong>la Tierra</strong>.</div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"><strong></strong></div><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.blogger.com/video.g?token=AD6v5dxQ3l47Ha_4-vPvcfK_vcZCKHHFV1bFTA9a7oG32cvdN8oZcD9bLpabb7fxlP65RN7PkCerheXO28xy-KzQ' class='b-hbp-video b-uploaded' frameborder='0'></iframe><br /><br /><div align="justify">La calidad de <em>Galáctica</em> se asienta en varios pilares: por un lado, se trata de una serie de ciencia ficción sin fisuras, respetuosa con las mitologías clásicas de los dramas espaciales y, especialmente, con la de la versión original de los 80. De esta forma, las batallas contra naves enemigas, la jerga militar o el conflicto hombre-máquina permanecen de forma inalterable en el envoltorio de la producción, no sin particularidades que la hacen más atractiva. De hecho, <strong>los efectos especiales de la serie están especialmente cuidados</strong> y se han hecho con numerosos premios, entre ellos un Emmy en 2007 por el capítulo final de la 2ª temporada. La serie, además, ha recibido más de una veintena de premios y reconocimientos por sus guiones y su reparto, y ha estado en <strong>la lista de las 50 mejores series de TV de la historia</strong> en las publicaciones <em>Tv Guide</em> y <em>Empire</em>.</div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><br /><div align="justify">En segundo lugar, y lo que ha hecho a tanta gente acercarse a <em>Galáctica</em>, es su forma de <strong>trascender este envoltorio de ciencia-ficción con historias de contenido filosófico, político y religioso, mediante un marcado sentido metafórico</strong> de permanente referencia al mundo actual y, también, a la filosofía griega. El gran atractivo de la premisa es la reducción de la civilización a apenas 40.000 supervivientes en un "submarino" gigante, claustrofóbico, un escenario de introspección que engrandece cada conflicto, confiriendo especial gravedad al más nimio dilema moral. Los protagonistas, durante las 4 temporadas de la serie, han cometido <strong>genocidio</strong> por el bien común, jugueteado con las políticas sobre el <strong>aborto</strong>, manifestado <strong>dilemas raciales</strong>, justificado la necesidad del <strong>contrabando</strong> como complemento del mercado regular, realizado <strong>consejos de</strong> <strong>guerra secretos</strong>, obstruido al gobierno mediante <strong>golpes de estado</strong> e incluso articulado un discurso sobre el <strong>papel de la prensa</strong> a la hora de reconciliar a los civiles y el ejército ante la depresión colectiva, y han demostrado el poder de las trasmisiones de radio clandestinas y los manifiestos planfletarios en la <strong>transición de un ególatra cobarde y manipulador a héroe de masas</strong>, cuando la situación es de desesperanza.</div><div align="justify"> </div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"><em>Galáctica</em> nos muestra el lado más descarnado de la humanidad, y sus tramas exploran los límites de la vileza, de la supervivencia, del amor, y también de la necesidad de los seres de someterse a un bien superior. En efecto, uno de los planteamientos más interesantes de la serie es la diferencia entre la concepción de los humanos, que creen en el <strong>politeísmo</strong>, mientras que los Cylons parecen someterse a un <strong>único dios</strong>. En realidad, lo que late bajo estas concepciones, es la pregunta sobre qué nos hace humanos. En el desarrollo de su historia, el espectador -al mismo tiempo que sus protagonistas- irá descubriendo que muchos de los personajes que creíamos humanos son en realidad Cylons infiltrados, siempre al servicio de un plan mayor que nos será revelado al final de la serie.</div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><br /><div align="justify"></div><br /><div align="justify"><strong>Un milagro</strong></div><div align="justify"><em>Galáctica</em> es una de las pocas producciones que pueden y han sabido terminar, sin que la audiencia o las ambiciones de una cadena cercenen su propuesta inicial. En este sentido, <strong><em>Galáctica</em> es un milagro</strong>, una película de cuatro días de duración, ejemplo de la ciencia-ficción más madura, heredada desde <em>2001: Odisea en el Espacio, </em>y ejemplo de estilo, inteligencia y coherencia sin que esto suponga taras a un espectáculo de puro entretenimiento. Es también la razón por la que se dice que si hoy Shakespeare estuviera vivo, haría televisión. Gracias a <em>Galáctica</em>, quizá hasta se atreviera con la ciencia ficción.</div>Francisco Carballalhttp://www.blogger.com/profile/13577676046741367689noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7238746912146096587.post-34081970462174583402009-03-16T08:29:00.001-07:002009-03-23T07:24:53.371-07:00Cuatro y Perdidos: la lucha por recuperar al espectador activo<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgO-JJW1kNHNRUpxTBjRvm5Sp4mwf4J3QPsvt-yBVzjkWvBFJ4rwGMmXysng3cHGsum5AEtQEHAhH8V1Y1TtjUgyomk58rUHg3qBk__frGhAB1Fiw8roZTK9TgYIjcLIKOwt391GgdAiNo/s1600-h/lost1.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5313897168758688754" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 400px; CURSOR: hand; HEIGHT: 229px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgO-JJW1kNHNRUpxTBjRvm5Sp4mwf4J3QPsvt-yBVzjkWvBFJ4rwGMmXysng3cHGsum5AEtQEHAhH8V1Y1TtjUgyomk58rUHg3qBk__frGhAB1Fiw8roZTK9TgYIjcLIKOwt391GgdAiNo/s400/lost1.jpg" border="0" /></a><br /><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify">La emisora de Sogecable se ha hecho con los derechos de una de las ficciones más complejas de los últimos años, Perdidos, en una arriesgada operación que implica recuperar esta popular serie tras su paso por TVE, donde, a pesar de su éxito inicial, el programa se fue hundiendo en una audiencia apenas simbólica, y que no cumplía con la media de su canal temático, la 2. Este fracaso -a priori incomprensible, si se tiene en cuenta que Perdidos se ha convertido en un fenómeno fan sin precedentes en la televisión, y que cuenta con más de una decena de blogs en español enteramente dedicados a su mitología- fue achacado a una política de programación errónea. <strong>¿Realmente fue así? En ese caso, ¿que estrategia seguirá Cuatro?</strong></div><br /><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify">Cuanto menos, el anuncio parece prometedor, en un inteligente ejercicio de asimilación de lo que Perdidos y, en especial, su creador, J.J. Abrahams, han traído al mundo de la televisión: acertijo, expectación, márketing viral en las propias entrañas de su argumento. Sin anuncio previo ni información posterior, en una franja de máxima audiencia (la pausa publicitaria de House, el programa estrella de la cadena) <strong>un rótulo de "Cuatro" rotaba ligeramente hacia un primer plano, emulando el mismo formato de la presentación de Perdidos, dejando al espectador anonadado.</strong> No a cualquiera, desde luego: el anuncio era un guiño a los "frikis" del show y un reclamo al neófito. Los blogs y páginas de televisión estallaron desde ese mismo momento y dieron cabida a las especulaciones que inundaron la red apropósito de la misteriosa, inexplicable cortina. Cuatro había logrado su objetivo. Al día siguiente se confirmó la noticia: el canal del Grupo Prisa emitirá la serie desde el inicio y hasta el final.</div><br /><div align="justify"></div><div align="justify"></div><p align="justify"><strong><em></em></strong></p><br /><p align="justify"><strong><em>Programación ejemplar</em></strong></p><p align="justify">Esta publicidad, tan escueta, tan aparentemente nimia, no sólo suelta el anzuelo para la audiencia. Además, demuestra la fidelidad con la que se pretende abordar un programa de éxito internacional torpemente tratado en la televisión pública, el cariño puesto en una producción arriesgada y, lo más importante, es una declaración de principios a los fans: Cuatro entiende la serie que tiene entre las manos.</p><p align="justify"><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.blogger.com/video.g?token=AD6v5dym5-xHUG8WoFCo7tM8yR9_JQPp6vMe4gau8OBflkiwiy5bcJzQqbcQMXwMa1Fn0s3gqtPF4eAi-ZnNRcvRPA' class='b-hbp-video b-uploaded' frameborder='0'></iframe></p><p align="justify">El comunicado de prensa de Cuatro aclara los términos de la "resurreción", <strong>prevista de forma ejemplar</strong>. Se emitirán en <em>prime time</em> sólo los capítulos de nueva hornada, aunque primero se pasarán las tres primeras temporadas para que cualquier espectador pueda ponerse al día. En segundo lugar, la intención es que esto se haga de forma que, el año que viene, pueda emitirse la última temporada, y que así coincida con su pase a nivel mundial -nótese que esto situaría a la televisión española, por fin, al nivel de otros países europeos, que emiten Perdidos casi de forma simultánea a su emisión norteamericana.</p><p align="justify">Elena Sánchez, responsable de programación de Cuatro, ha reconocido que la decisión se apoya principalmente en el TARGET de la serie, un público joven pero fiel, extremedamente fiel, al que hay que mimar. <em>Perdidos</em> no es <em>Los Serrano</em>, ni es <em>Aída</em>. Esta serie no pretende llegar al niño y al abuelo. Sus tramas no son fáciles de seguir. Muy al contrario, se trata de una ficción de carácter fuertemente serial, exigente con el espectador, que a las referencias anecdóticas sobre filosofía o literatura se le imponen las de su propia mitología, una mitología de misterio, aventura, terror y ciencia-ficción que ha cautivado a medio mundo. <strong>Y ése es el problema, también el de Cuatro.</strong></p><p align="justify"><em>Perdidos</em> es una serie estrenada en 2004, con más de 100 capítulos emitidos y que ha sabido beber como ninguna otra de su principal fuente de expansión: internet. Se trata de una de esas series que motivaron la huelga de guionistas que tuvo lugar en Hollywood el año pasado: en efecto, los escritores son cada día más conscientes de que el espectador actual -y especialmente el de series como <em>Perdidos</em>- es de todo menos pasivo. El espectador actual no espera un día, una hora, para ver un capítulo con cortes publicitarios. Es capaz de gestionar su entretenimiento cómo ycuando quiere. Precisamente, lo que pedían estos guionistas era percibir parte del beneficio de su trabajo que proviene de internet.</p><p align="justify">TVE no fue capaz de motivar al espectador pasivo que ve televisión en su casa porque <em>Perdidos </em>no se puede seguir según el modelo tradicional. Del mismo modo, el espectador activo ya había visto todo el material que el canal público podía ofrecerle sobre su serie favorita y no se sentía tentado a revisitarlo en unos horarios intempestivos. ¿Se le habrá pasado el arroz a la televisión española clásica con <em>Perdidos</em>? <strong>¿Existe realmente una programación adecuada para conciliar al espectador activo y el modelo tradicional?</strong> ¿Admite <em>Perdidos</em> nuevos espectadores que no hayan sido tentados, a estas alturas, por su adquisición previa, legal o ilegal? </p><p align="justify"></p><p align="justify">En cualquier caso, <strong>Cuatro ha dado un paso adelante en un intento por tratar con respeto y seriedad a un espectador desencantado</strong>, que ha recibido de forma entusiasta esta noticia. Namaste y buena suerte.</p>Francisco Carballalhttp://www.blogger.com/profile/13577676046741367689noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7238746912146096587.post-38608152781726922312009-02-10T12:04:00.000-08:002009-03-02T05:13:01.976-08:00Dead Set: Gran Hermano y zombies sin metáfora<div align="justify"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjF6okVWixh-SS9Mu7qw9EPfc3ledREce1yDALnLYpJbMiGu2j9hlT5rs31mLTFZdlvZEUMz0lOKy55njbwwn-7EWoIY1X_v_gwfp-83HkwivNVoj-KSh2ALM3CyCwlsWfjNBZiVyn1hO0/s1600-h/dead+set.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5301285036259213458" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 320px; CURSOR: hand; HEIGHT: 106px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjF6okVWixh-SS9Mu7qw9EPfc3ledREce1yDALnLYpJbMiGu2j9hlT5rs31mLTFZdlvZEUMz0lOKy55njbwwn-7EWoIY1X_v_gwfp-83HkwivNVoj-KSh2ALM3CyCwlsWfjNBZiVyn1hO0/s320/dead+set.jpg" border="0" /></a>La protagonista de esta foto es la presentadora del Gran Hermano inglés. El parecido con Mercedes Milá es incuestionable, aunque en el caso de la británica está caracterizada como un zombi y nuestra presentadora sólo lo parece. La imagen corresponde a Dead Set, una nueva miniserie del Reino Unido (5 capítulos) que todavía no cuenta con planes de emisión en España (lo cual no es impedimento para verla, para los que vivan en este siglo, siempre en V.O.).</div><div align="justify"></div><br /><div align="justify">Aquellos familiarizados con las series de ficción inglesa nos encontramos gratamente desubicados ante los productos que últimamente nos llegan de los "british". A diferencia de la producción norteamericana generalista, concebida en masa cual producto de fábrica -incluso sus propuestas más extravagantes tienen elementos que garanticen un amplio público objetivo y sus tramas se proyectan para temporadas de entre 9 y 24 capítulos-, los <strong>británicos suelen invertir sus esfuerzos en una fórmula más concentrada</strong>. Así, las temporadas de sus series tienen 5 o 6 capítulos a lo sumo, no son tan dependientes de la radicalidad de la propuesta como del talento de los responsables que hay detrás, y tienden a la austeridad.<br /><br />Sin embargo, con un vistazo a lo que nos han traído los ingleses en los últimos años, encontramos este nuevo "patrón" que se desmarca de la relativa modestia presupuestaria de series recientes como <em>Extras, The IT crowd o Coupling</em>: nuevas megaproducciones como <em>Merlin</em> o la arriesgada adaptación de las novelas de Henning Makell -sobre el inspector sueco Kurt Wallander- ponen toda la carne en el asador <strong>para una ambientación soberbia y una realización de lujo</strong>. Y todo esto dentro del terreno de la todopoderosa BBC, el canal generalista por antonomasia del Reino Unido.<br /><br />En esta ocasión, sin embargo, hablamos del Canal 4, que ha tenido una de las <strong>ideas más bizarras y originales</strong> que pudieramos imaginar para hacer cómplice a la televisión del <em>revival</em> "zombie" que tiene lugar desde las solventes e imaginativas películas "Amanecer de los muertos" -el remake de Zack Snyder- y "28 días después", de Danny Boyle (ganador del oscar a mejor director por <em>Slumdog Millionaire)</em>. <em>Dead Set</em> nos sitúa en las entrañas del Gran Hermano británico: regidores desencantados, soberbios y cínicos; una presentadora hiperactiva (antes y después de la transformación); y, por supuesto, un abigarrado grupo de homínidos frívolos y narcisistas. Este panorama, descrito con dinamismo y sin ambagajes al comienzo del piloto doble, parece ser de los pocos lugares que se mantienen ajenos a la plaga de muertos vivientes que, paulatinamente, esta asolando el planeta. Para muestra, un botón:<br /><br /><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.blogger.com/video.g?token=AD6v5dyIicG_u7EgsqeOS_sDgPb4nlsvaL_Md7oXLFEDJtmgKmcOwOLXPifTwHzmoJXpp2zGOxWaFCptVbGLVzQCkA' class='b-hbp-video b-uploaded' frameborder='0'></iframe></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><p align="justify">El planteamiento, de por si novedoso, está tiznado de un cóctel de referencias e ideas que le dan forma y contenido, creando un espectáculo genuino. Su atmósfera viscosa, abstrusa e inquietante bebe de las cintas de <strong>George A. Romero</strong>, padre del género tal y como lo conocemos. Sin embargo, su terror se enmarca en los <em>revival</em> antes mencionados: la <em>steadycam</em> frenética, un montaje nervioso, la predilección del objetivo por sostener imágenes de una violencia tosca, sanguinolenta y directa. El acento inglés más notorio se encuentra, precisamente, en el tipo de gore, puntual en los primeros capítulos y sobresaturado en la conclusión (una decisión estilística autoral y arriesgada, que quizás le hace perder la sutileza). Todo esto sazonado con <strong>crítica de sal gruesa a la fama de <em>fast food</em> del <em>big brother,</em> lo que marca la diferencia en <em>Dead Set</em> con respecto a su ascendencia cinematográfica</strong> y le da ese punto excéntrico. Sin embargo, el elemento más polémico (y posmoderno) es <strong>la utilización del nuevo concepto de zombie.</strong><br /><br />Cuando hablamos de "nuevo concepto"<strong>,</strong> nos referimos a la redefinición del zombie cinematográfico nortemericano clásico, esbozado en las películas de Romero, y que serviría de referencia desde entonces, y durante 30 años, hasta los <em>films</em> de Boyle y Snyder. Este zombie es de sobra conocido: un muerto viviente privado de capacidad racional y rebajado a instintos primarios que le llevan a una avidez incontrolada por carne humana fresca. El contacto de su mordedura con cualquier tipo de seres vivos -se han visto perros y plantas zombies- es la causa principal de infección. Por lo general, estas criaturas, por su condición de muertos, son seres extremadamente lentos y torpes, pero su peligro radica en que suelen aparecer en forma de plaga masiva e inexorable, difícilmente reductible. Ahora bien, el nuevo zombie, relacionado, obviamente, con una <strong>relectura concebida en pos de un mayor espectáculo</strong>, mantiene su irracionalidad y su peligrosidad viral, pero ya no está condicionado por sus taras físicas y por la muerte cerebral. <strong>El nuevo zombie corre tras su presa, y está poseído por una ira incontrolable</strong>. </p><br /><div align="justify"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5303796413255330786" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 400px; CURSOR: hand; HEIGHT: 242px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjLrI9-Rw74b6eft84ouiT78kMy1olo8IXDMFj0vTIiKIAfv6usX89EKLOkfYVr7j-hyC-2Uw0lG5KXMp3uHwlBpmS-uXDabJnO8Hu03jZOMdxHcbNzWSPcE1PTeqqQDarI7wuIj__jlrQ/s400/zombie.jpg" border="0" /><br /></div><div align="justify">Y he aquí una curiosa y brillante reflexión del autor y director Simon Pegg (Zombies Party), también británico, sobre este nuevo tipo de zombie, visto en Dead Set: "<em>Es una equivocación, una bastardización que degrada a un monstruo clásico del cine. (...) La muerte es una discapacidad, no un superpoder. (...) <strong>el zombi veloz carece de sutileza poética</strong>. Como monstruos del "id", los zombis le ganan a vampiros y hombres lobo en la competencia por el título del Monstruo Metafórico Más Potente. Mientras que sus primos de colmillos puntiagudos remiten al sexo y al salvajismo bestial, el zombi los derrota pues <strong>personifica nuestro miedo más profundo: la muerte. Los zombis son nuestro destino escrito a lo grande.</strong> Lentos y constantes en su aproximarse, débiles, torpes, muchas veces absurdos, los zombis se acercan sin ceder, imparables."<strong></strong></em></div>Francisco Carballalhttp://www.blogger.com/profile/13577676046741367689noreply@blogger.com