domingo, 22 de noviembre de 2009

No, no y no

- ¡NO! "V" no es una maravilla pero tampoco es ridícula. El piloto es una de las obras de ingenieria que más admiro: puso sus cartas sobre la mesa, fascinó y atrapó. Excepto a quien andaba buscándole los tres pies al lagarto. ¿No tiene más que eso? ¿Ser un drama de ciencia ficción entretenido? ¡NO! Aún hay que ver por donde se mueve. Pero como aún no sabemos si su ambición es la de Galáctica o la de Héroes ¡que dejen de correr ríos de tinta!

- ¡NO! Flasforward no es el nuevo Perdidos. aunque se esforzaron mucho en que el cascarón tuviese aroma a Lost 1.5 en realidad no es más que un "skin" sin idea de programación. Los conflictos de los personajes son tan absurdos y el universo flasforwaniano tan ínfimo en su credibilidad que no tiene opciones de maravillar a estas alturas. ¿Va a ser cancelada? ¿Es el fracaso de la temporada? ¡NO! Todavía no estamos ante la versión acelerada de la trama deshinchada sino en el punto "de relleno" que los creadores están tratando de estirar como si no hubiese nada que contar.

- ¡NO! Cougar Town puede ser un placer culpable, pero por lo menos es una serie bien construida: con ritmo, buenos gags -aunque no inventen la rueda- y una Courtney Cox en estado de gracia. Recoge el testigo de la frivolidad de Sexo en Nueva York sin petulancias y con mucho humor supuestamente incorrecto, que no engaña a nadie. Si estuviera en Showtime, se hablaría de ella de otra manera.

- ¡NO! The Big Bang Theory no puede ser mejor que How I Met your Mother. Lo siento. Están situadas a kilómetros en el ámbito de las sitcom clásicas. La primera es un lavado de cara actual para una vieja novela y la segunda es buena literatura que ha sabido reinventar su género.

- ¡NO! No nos pueden seguir colando estos flashes a lo Men in black con los arcos de algunos personajes en las series. ¿Sabes esa sensación emocionante, al terminar un capítulo, de que ha habido un cambio en la evolución de los personajes... y al comienzo del siguiente capítulo no hay ni rastro de esa evolución? En Dexter (pónganse de pie) es la segunda o tercera vez que se fuman una trama al principio de la temporada como si la anterior no hubiera existido. Vale que su protagonista es amo y señor del show pero, vamos a ver, ¿alguien se acuerda de la tensión sexual insinuada en la segunda temporada entre Dokes y Deb (por cierto, eterno objeto de cualquier emparejamiento sexual posible en la serie)? ¡NO! ¿Qué fue de la trama de Ángel y la abogada, con tanto peso en la anterior temporada? ¿Se resuelve en off? ¡NO, señores!

Y lo mismo con la desaparición express de Rick Acervo en Fringe -al menos le dedicaron tres capítulos-, Libby en Lost -de la que el propio Lindendof dice que no volverán a hablar; el supuesto transfondo político que iba a tener True Blood, del que sólo queda algún eco lejano entre locura y locura; el noviete de Becca en Californication, desaparecido al servicio de una trama completamente distinta; lo que acaba de ocurrir en How i met your mother -un giro tramposo resuelto en 20 minutos que rompe una trama que fue base en las dos últimas temporadas (Robin y Barney, sólo para darle opio al pueblo con el regreso del Neil Patrick Harris de siempre... sí, es cojonudo, pero que pena de oportunidad de evolución); y, por poner algún punto final entre los miles de ejemplos, el reset que se producía en House, capítulo tras capítulo, de cualquier evolución implícita o explícita. Gracias a dios que esta temporada promete cambios. Algo que lleva haciendo desde hace tres temporadas, por cierto.

En este sentido, quiero romper una lanza a favor de Smallville, una serie que, antes de convertirse en un drama ridículo, repetitivo, tosco, infantil y sin sentido en el horizonte, contaba una historia: ¿la de Superman? ¡NO! La de Lex Luthor. Y la contó entera, poquito a poco, sirviendose de matices para que un personaje roto se deconstruyera y fuera dibujándose a si mismo como un gran villano... mediante actos.

Y aún con todo este halo de pesimismo... en febrero empieza LOST. ¡SÍIIII!